29 dic 2013

Y una de realities

Si algo he aprendido a lo largo de mis veintitrés años es que toda excusa es buena para hacer una lista. Ordenar y clasificar cosas sin ningún motivo en concreto es una de las cosas más entretenidas que puede hacer el ser humano con su vida (y si no estáis de acuerdo, es que no tenéis ni idea, claramente). El caso es que después de aprovechar que se acababa el año para hacer mi top de series, pensé que teniendo en cuenta el número de horas que les dedico a los realities a lo largo de la temporada, no era justo no hacer también una lista con ellos. Así que aquí va la lista de los que han sido mis realities de 2013, con ocho puestos, que tampoco veo tantos como series, y además hacer un Top 10 o un Top 5 es demasiado mainstream.

8. Project Runway (All Stars)
Y sí, lo del paréntesis es muy importante, y por una razón muy estúpida que al final acaba siendo fundamental, al menos para mí. Me he visto todas las temporadas de Project Runway, tanto las normales como las All Stars, y por lo general y salvo alguna temporada excepción, me entretienen muchísimo. El problema es que desde su paso a Lifetime, los episodios de la normal duran una hora y esos veinte minutos de más no le hacen ningún bien. Y por eso a la hora de hacer mi lista, la normal no acaba de entrar, pero en cambio el All Stars sí. Porque independientemente de quiénes participen (y en realidad estoy contenta con la elección de participantes en las tres temporadas, aunque con algunos más que con otros), recupera el ritmo que el programa tenía al principio, y al final se me pasan los episodios volando, que al fin y al cabo es lo que quiero. Con lo que si en cierto modo estaba perdiendo un poco la ilusión por Project Runway, las temporadas de la versión All Star hacen que la recupere. Y ahora mismo para mí eso lo es todo.

7. Masterchef (USA)
Esta ha sido la segunda temporada de Masterchef que he visto, y he salido más o menos tan contenta como de la primera (y la primera la viví mucho, conste). No es que sea el mejor reality del universo, pero está bien hecho y como entretenimiento veraniego cumple de sobra. Este año, además (y como había ocurrido ya la temporada pasada), el cast fue un acierto. Por un lado teníamos a una villana desagradable hasta decir basta en la forma de Krissi, que aunque llegara un punto en que al menos a mí me hartó muchísimo, siempre daba para conversaciones de horas, y eso también hay que valorarlo. Y en el lado contrario estaban, para mí, Luca y James. El uno porque aparte de ser un amor me daba la vida con ese acentazo suyo. Y el otro porque sus comentarios eran siempre oro. Y entre una cosa y otra, con esta temporada me lo he pasado estupendamente, que es de lo que se trata.

6. Breaking Pointe
Que me digan lo que quieran, pero he vivido más los dramas y las historias de los chicos (y las chicas sobre todo) del Ballet West que muchas de las tramas de las series que sigo habitualmente, sin que esto sea un menosprecio hacia estas. La ruptura de Christiana y Chris me dio mucha pena, porque les había cogido bastante cariño a ambos. Y, sobre todo, adoré infinitamente a Allison, que en la primera temporada había resultado un poco cargante, pero aquí me pareció un amor. Añadimos a eso la amistad de Allison y Christiana y nada más que en el drama personal ya me tienen ganada y hasta me hacen olvidar al pesado de Zach. Claro que no suelo ver realities solo por el drama personal (aún no he llegado a ese punto, pero no descarto hacerlo en algún momento) y esta temporada hemos visto más baile, han mostrado un poquito más del funcionamiento de la compañía y me he enamorado del vestuario de la Cenicienta (y de lo que hemos visto del ballet en sí también). En realidad Breaking Pointe lo veríamos cuatro gatos (y eso siendo generosos), pero yo he disfrutado muchísimo con esta segunda temporada.

5. Survivor
Si me hubieran preguntado antes del comienzo de Blood vs. Water, Survivor habría estado mucho más arriba en mi lista. Pero claro, en la lista tengo en cuenta las dos temporadas de este año y, lo siento mucho, pero esta última me ha parecido bastante mala. Forzada, aburrida, con concursantes de tercera y estrategia a nivel de niños de guardería (que encima vendían como si fuera lo más de lo más), todo eso aderezado con un Jeff más inútil, cansino y peor presentador que nunca. Vamos, que teniendo en cuenta esta última temporada, seguramente ni se habría colado en mi lista. Pero la cosa es que Caramoan sí que me gustó bastante. Es decir, empezó mal y sacando lo peor de sí mismo, pero a partir de la mitad o así mejoró hasta volver a darnos lo mejor de Survivor, con lo que haciendo balance puedo decir que estuve bastante contenta con la temporada. 

4. King of the Nerds
Me lo vi en maratón varios meses después de que se emitiera porque ni me había enterado de la existencia de este reality de la PBS, y con la tontería me duró poco más de un par de días. De un reality de competición que parte de la base de meter a varias personas, dividirlas en dos equipos (un poco en el espíritu Survivor, salvando las distancias) y competir por el título de, como bien nos informa el propio nombre del programa, King of the Nerds, pueden salir infinidad de resultados. Y realmente cuando lo empecé no sabía si iba a encontrarme con el colmo de la vergüenza ajena o con algo genialérrimo. El resultado es que se acerca bastante más a lo segundo. El cast de su primera temporada fue además muy acertado, y no solo te encuentras a esos amores de seres humanos que son Ivan y Moo, sino que te encuentras también con momentos divertidísimos (el equipo naranja en general era una fiesta. Y cuando les daba por emborracharse quería irme allí con ellos a pasármelo pipa). Y apariciones de gentecilla de SYTYCD y Top Chef, entre otros, pero bueno, por quedarme en el mundillo realitiero. Por si a alguien le interesa, por cierto, su segunda temporada empieza el 23 de enero.

3. Comic Book Men
En una lista de mis realities no podía faltar Comic Book Men, está claro. Y eso que yo de cómics no entiendo ni papa (lo que hace que haya conversaciones entre ellos en las que me quedo mirando como una boba sin tener ni idea de qué hablan), pero da igual, porque independientemente de ello se sigue bastante bien. Más que nada porque entras muy bien en la dinámica del grupo y así los episodios se te pasan volando. Porque al final resultan divertidísimos, claro, pero es que además se les coge un cariño tremendo a todos (yo soy muy #TeamWalt, que quede claro), con eso de que son muy bruticos cuando quieren, pero también profundamente entrañables. Y verlos ilusionados como críos o, en esta última tanda de episodios, ayudando a Mike, me da la vida.

2. Dancing with the Stars
Con todo lo que me gusta a mí el baile, me parece alucinante que hasta ahora no me hubiera animado con una temporada de DWTS, pero así es. Había visto vídeos sueltos vía youtube, que quede claro, y en realidad me conocía a muchos de los bailarines de haberlos visto así hasta hartarme, pero esta ha sido la primera temporada que he visto semana a semana. Y he acabado encantadísima. Igual es que he tenido suerte y he empezado en una buena temporada, pero lo cierto es que me he enamorado del buen rollo que transmitían todos, me he hecho fan de algún famosillo del que no me lo esperaba (Snooki, te miro a ti), he visto unas cuantas buenas córeos (gracias, Derek Hough, por existir) y, en general, he encontrado otro happy place estupendo. Además, que ganara la pareja que lo hizo me parece uno de los resultados más justos que he visto en realities en mucho tiempo. Y lo digo cuando ni siquiera eran mi pareja favorita (yo iba con Jack y Cheryl, que para algo siempre he sido fan de la familia Osbourne, y que además Jack aprovechara así para hablar un poco de la esclerosis múltiple de forma natural y honesta me parece estupendo), pero cuando hay ganadores justos, los hay y punto.

1. So You Think You Can Dance
Si hay un reality que es la niña de mis ojos, ese es sin duda SYTYCD, con lo que me cuesta imaginarme una situación en la que no entraría en mi lista de lo mejor del año. Pero es que cuando encima nos da una temporada sorprendentemente buena (y ahora me explico un poco) se lo merece más que nunca (de hecho, se lo merece tanto que me da mucha pena no haber seguido haciendo reviews semanales, pero mis circunstancias me lo pusieron bastante difícil, así que qué se le va a hacer). Y digo lo de "sorprendentemente" porque no las tenía todas conmigo al principio, cuando igual vi el top 20 algo escaso de chicos de ballet/contemporáneo, que suelen ser mi debilidad. Pero al final resultó ser un top 20 muy variado, con algunas sorpresas y con dos de las parejas con más química de los últimos años (Aaron/Jasmine y Tucker/Jenna). Pero es que además ha sido una temporada interesante en lo que a coreografías se refiere, y yo al menos puedo ahora mismo recordar unas cuantas así sin pensarlo demasiado. Sin duda, ha sido el año de Travis (y en el mejor momento posible, porque con DWTS recortando a una gala semanal, este año tiene posibilidades reales de llevarse un Emmy. Y merecido, por cierto), pero no solo de él. Porque aparte de algunas córeos destacables de coreógrafos invitados, muchas de las córeos del episodio de los All Stars fueron estupendas, y dejaron más claro que nunca que tienen una bolsa tremenda de talento a la que echar mano de ahora en adelante.

Pues eso, en general este ha sido mi año en realities, y me deja claras dos cosas. Por un lado, que tengo unas preferencias y unos gustos muy específicos (no sé, me da la sensación de que igual me gusta el baile, no estoy segura) y, por otro, que al contrario de lo ocurrido con las series, no ha sido un año especialmente fuerte. Y no porque los que se han colado en mi lista no merezcan estarlo, porque lo merecerían en cualquier circunstancia teniendo en cuenta la temporada que han hecho, sino porque hay ausencias que se notan mucho. Por ejemplo, siempre he sido muy de realities musicales, y sin embargo la temporada de Idol fue basura, así dicho claramente. Y la de X Factor, pues lo mismo, con la excepción de las actuaciones de Luke, único concursante salvable. Me falta también Big Brother, que se había convertido en uno de mis imprescindibles y que, sin embargo, nos dio una temporada muy pobre. Y aparte ando un poco desilusionada con Top Chef y, a pesar de que la temporada en sí no me está disgustando, no la estoy viviendo lo suficiente como para poder colarla aquí.

¡Saludos!

PD: Siguiendo con la tradición que empecé el año pasado, estoy en medio de mi maratón british navideño. He acabado ya Broadchurch y, sin parecerme la mejor serie de la historia, me ha parecido bastante mejor que correcta, con buenas actuaciones (Olivia Colman se come la pantalla), un caso sencillo pero coherente y, sobre todo, un ambiente y un tono muy bien conseguidos. También he empezado The Fall, que me está resultando perturbadoramente atractiva, así en general. Y también estoy con The Wrong Mans, que en el tono y la temática me recuerda bastante a Bored To Death, y siendo como fui fan de esta, estoy disfrutando bastante con la comedia británica.

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