Ayer por la tarde terminé el 7º libro de Harry Potter. No me apasiona, simplemente quería acabar unos libros que empecé hace ya unos cuantos años. Si me apasionase, lo habría comprado en inglés y me habría ahorrado leer el "mala bruja" en cierto momento, pero no me importa. Curioso.
El caso es que yo fui una pequeña fanática de estos libros. Al menos de los primeros. Recuerdo que el primero me lo regaló un amigo mío por mi cumpleaños. Supongo que cumpliría diez añicos, porque es la edad que me cuadra con la edición del libro, más que nada.
Y el caso es que aquel libro me encantó, y así caí en el segundo, y en el tercero. Creo que con el cuarto ya había perdido parte del encanto. El quinto, sexto y séptimo los he leído porque me da pena dejar la serie a medias.
Y en fin, aquí es cuando la historia llega a su fin, posibles secuelas aparte. He de decir que cogí el séptimo sin demasiadas ganas, que no esperaba gran cosa. Y menos mal, porque la mitad del libro me pareció un verdadero desperdicio de papel y tinta. Básicamente, no ocurre nada. Básicamente, no nos dicen nada nuevo. Básicamente, el final podría haber pasado sin estas páginas, añadiendo dos o tres detalles al final que supongo sí se harían necesarios.
A partir de ahí, sin embargo, la cosa mejora. Se entiende, es Harry Potter, no hay que esperar una profundidad de personajes alucinante, ni una trama compleja. Pero sí resulta entretenido, e incluso interesante... Al fin y al cabo, un capítulo está dedicado en exclusiva a Snape (¿veis? si yo tenía razón cuando decía que era adorable... Un poco panoli, pero adorable igualmente), de donde sale la frase del título. E incluso queda claro que la mejor casa de todas es Ravenclaw (seguida de Slytherin, pero antes Ravenclaw). Los de Hufflepuff no cuentan. Y los de Gryffindor son unos panolis orgullosos e intolerantes :P.
En fin, no voy a comentar demasiado. El libro es lo que es, no se puede ir a él buscando más, porque simplemente no lo tiene. El bueno se enfrenta al malo. El bueno gana. Claro, qué más podía pasar, si al malo maloso se le ocurre hablar de lo invencible que es justo al final xD. Los personajes... sosillos, como siempre. A excepción de Snape, al que sigo respetando (aunque no sabía yo lo de la vena panoli-singermornings que tenía el pobre hombre). No hay más...
Salvo que quizá los Malfoy, más incluso que los Weasley, deberían cambiarse el apellido a Tully. Por lo de la familia, y tal.
Y que está clarísimo que Lily debía ser la única fémina en sus tiempos en el colegio. Si no, sinceramente, no me lo explico, por muy buena que estuviese y muy simpática que fuese xD.
Y supongo que aquí lo dejo. Ya digo, no me apasiona Harry Potter, pero ya que he acabado con unos libros que llevaban conmigo ocho años, lo menos es dedicarles una entrada...
PD: Ufff... estoy condenadamente apática últimamente.
¡Saludos!