21 ene 2012

Southland, esa joya que te estás perdiendo

Ya lo comenté cuando hice la lista de mis series del año pasado, pero no me cansaré jamás de repetirlo: Southland es una pedazo de serie. De hecho, su tercera temporada me pareció de lo mejorcito del año, y desde luego de lo más duro e intenso de toda la temporada 2010/2011. Por eso me da muchísima pena cuando veo que es siempre una de las grandes olvidadas. No es solo que la veamos cuatro gatos, que también, es que de hecho hay gente que ni siquiera sabía que se siguió emitiendo después de la segunda temporada (ya me lo han comentado tres personas distintas). Así que, por si acaso, lo digo: sí, Southland fue cancelada por la NBC después de su segunda temporada, pero después vino TNT al rescate y así es como emitió una (estupenda) tercera temporada el año pasado.

Y, como esta semana comenzó su cuarta temporada, he decidido que voy a ponerme en modo pesada. Porque me encanta esta serie, y me da mucha pena ver cómo la pobre está tan profundamente ignorada. Porque, desde luego, merece muchísima más atención que la que se le presta.

¿Por qué hay que darle una oportunidad a Southland? Pues porque es mucho mejor de lo que parece, así de simple. Como ya comenté por aquí, yo nunca he sido la mayor fan de las series de policías, y sin embargo no me costó nada verme sus dos primeras temporadas, que me engancharon completamente. Pero la cosa no quedó ahí, porque en su tercera temporada encima pegó un salto de calidad importante (si las dos primeras me parecieron de notable alto, la tercera se merece sin ninguna duda el sobresaliente).

Southland es una serie que sabe contar muy bien sus historias, de forma sencilla y coherente, pero al mismo tiempo de una manera muy intensa. Es una serie dura, que te hace sufrir con cada uno de sus personajes (la temporada pasada nos tocó sufrir mucho con Sammy y con Cooper, por ejemplo), pero de la mejor manera posible. Porque te lo crees, y porque te atrapa de una forma que resulta hasta sorprendente, teniendo en cuenta que, si nos ponemos a analizarla, no tiene ningún elemento que objetivamente pueda considerarse como algo que sirva para enganchar fácilmente al espectador. Y, sin embargo, aquí me tenéis a mí, como ejemplo claro de que enganchar engancha, y mucho.
Pero es, sobre todo, una serie inteligente, que sabe muy bien cómo utilizar a sus personajes y, sobre todo, cómo utilizar a los actores que los interpretan (que tiene a unos cuantos muy buenos, pero incluso a los más limitadillos saben aprovecharlos estupendamente). Y no voy a poner de ejemplo a Ben McKenzie, porque a estas alturas tengo claro que es un actor muchísimo menos limitado de lo que pensábamos muchos después de verlo en The O.C, aunque evidentemente aquí también juegan a aprovechar lo mejor que pueden los puntos fuertes de cada actor. Sin embargo, la que me sirve perfectamente de ejemplo es Lucy Liu, que se ha incorporado esta temporada a la serie. Y tengo que admitirlo, incluso yo, con lo mucho que confío en Southland, tenía cierto escepticismo, porque es de sobra conocido que Lucy Liu básicamente se dedica a interpretar un mismo papel una y otra vez, allá donde vaya. Y aquí hace un poco lo mismo, pero de una manera completamente diferente (sé que no tiene mucho sentido dicho así, pero no se me ocurre otra manera de explicarlo. Cuando lo veáis, me entenderéis, así que a darle una oportunidad a Southland todo el mundo), lo que desde luego me parece digno de aplauso, porque demuestra precisamente eso, que tienen una manera muy inteligente de utilizar lo que tienen.

Así, el resultado de todo ello es una serie que se disfruta muchísimo. Así que ya sabéis, os recomiendo a todos que le deis una oportunidad a esta serie, que de verdad que lo merece.

¡Saludos!

PD: En cuanto al inicio de temporada, a mí me ha gustado bastante. Detalles como el del hombre del tiroteo (me siento hasta orgullosa de mí misma de haberlo identificado a la primera, que normalmente estas cosas siempre se me pasan), ver cómo ha afectado a Ben y a Cooper cómo terminaron las cosas la temporada pasada, Lydia en general o el simple hecho de ver sonreír a Sammy (que el pobre llevaba tanto tiempo de desgracia en desgracia que verlo sonreír me hace feliz) ya hacen que me gustara mucho el capítulo.
PD2: Para el que no lo sepa, esta semana también ha vuelto Idol (y con Nigel y su plan para conquistar el mundo a través de miles de tappers, que ya lo ha trasladado también aquí y no lo usa solo en sytycd). Aún estoy debatiendo conmigo misma si este año le dedicaré entradas semanales o no, pero hasta que empiecen las galas en directo aún tengo tiempo para pensarlo, así que ya veré.

5 comentarios:

satrian dijo...

Yo también tenía mis dudas con Lucy Liu y la verdad es que no está mal su papel aunque hace una pareja extraña con Cooper.
Ha sido rara la conversación de Cooper con el personaje de Ben McKenzie.
Esta serie es una superviviente, espero que siga haciéndolo porque me encanta.

BabyCatFace dijo...

La escena de Cooper y Ben a mí me encantó porque dice muchísimo de ambos personajes y de cómo están las cosas entre ellos. El uno porque anda tanteando el terreno (para empezar, yo creo que hasta ese momento no sabía cuánto había dicho o no había dicho Ben) y porque es un personaje bastante orgulloso al que le cuesta mucho mostrar debilidad. Y el otro porque se junta que sigue viendo a Cooper como mentor, con que lo ha visto tocar fondo, etc, etc, etc. Vamos, que lo juntas todo y la escena es rara, incómoda y sobre todo muy interesante. Yo espero que sigan desarrollando este tema a lo largo de la temporada.

Sandra Urkidi dijo...

Después de ver tu entrada al menos me veré los 2 o 3 primeros!! jajajaa. Yo tb soy una de las que pensó que tras su cancelación se había ido para siempre. Un saludo!

Warren Keffer dijo...

A mí la primera temporada me pareció tan pooooca cosa que no me atrae lo más mínimo.

Ryan adwood dijo...

esta serie ezz geniall de laz mehorezz yo la vi solo porke salia ben McKenziee peroo al finall me encantoO