12 dic 2007

Letras cruzadas X: Nora

Un poco demasiado cerca del anterior, pero es que si no se me van a acumular los otros cuando me anime a pasarlos.

Llegaba tarde, como el día anterior. Llegaba tarde, igual que cada día. Tenía que cambiar aquella maldita costumbre antes de perder también aquel empleo. Lo sabía. Tenía que hacerlo. Se lo repetía cada día antes de irse a dormir, pero al parecer la almohada se alimentaba con aquellas buenas intenciones. Al despertarse nunca estaban ahí. Pero no importaba. Cada día, cuando el sol empezaba a aparecer al otro lado de la ciudad, repetía aquello. Se prometía a sí misma que al día siguiente se levantaría antes. Juraba ante todos sus pequeños dioses que organizaría su tiempo y haría todo rápidamente. Sí, al día siguiente sería la primera en llegar al edificio gris.

Pero costaba dejar atrás las viejas costumbres. Además, bien pensado, qué más daba. No era aquel precisamente el trabajo de su vida, sino más bien una solución temporal al problema de cómo llegar a fin de mes. Y ni siquiera era la mejor de ellas. Lo sabía bien, pues su vida entera era una simple solución temporal. Se alimentaba de soluciones temporales, vestía con soluciones temporales y recorría la ciudad en otra solución temporal. Y no era solo su mundo, sino también ella misma. No creía que fuese mucho más que un remiendo provisional para nadie. ¿Qué más daba entonces? Una solución temporal podía estar compuesta por un millón de pequeñas soluciones temporales. Era lo suyo, ¿no?

Las ocho. El reloj de la desgastada fachada no dejaba de mirarla, acusándola con sus manecillas. Quería gritarle que la dejase en paz. Quería lanzarle mil piedras hasta verlo caer en pedazos. Aún así, aceleró el paso. A pesar de todo, no convenía llegar demasiado tarde. El reloj mandaba.

A veces era difícil subir aquellos escalones mirando al suelo. Pero era aún más difícil continuar con la mirada alta al llegar a la mitad. El reloj la miraba. Quienes pasaban a su lado la miraban sin verla; pasaban junto a ella como si fuese una estatua. Y se sentía pequeña, demasiado para aquel mundo, para aquel edificio. Se rendía y miraba hacia abajo. Siempre ocurría igual. Día tras día; hora tras hora, temía que la pisaran.

Estaba fuera de lugar. Lo sentía. Todos lo sabían. Ellos, con sus maletines y su olor a humo de tabaco. Ellos, que miraban al frente, hacia más allá de los tejados que recortaban el cielo de aquella ciudad, sin ver nada. Si ella les contase todo lo que se podía ver en el azul oscuro de una noche fría, no la creerían. Ella, con su vieja bolsa de tela amarilla y olor a champú de oferta, quería mirar hacia arriba, ver todo lo que ellos despreciaban por falta de tiempo. Pero no podía. Tenía que mirar al suelo para no sentir el frío y el miedo. Suspiró. Empezaba ahora su turno. El de ellos terminaba. Ella entraba. Ellos salían. Y, en cambio, no eran capaces de ver lo que había fuera.

Se preguntaba a veces, cuando volvía a casa al amanecer, cómo sería convertirse en una de ellos; cómo se sentiría al cambiar sus colores por su rutina. ¿Sentiría? ¿Tendría tiempo acaso para hacerlo? ¿Le quedaría ánimo? Era una tontería, se lo habían dicho. Todos ellos estaban vivos; no eran simples sombras en la pared. Quedaba siempre la persona detrás de los ojos apagados, cansados. Lo sabía. No eran solo máscaras de humo.

Acabó de cruzar la puerta, y de nuevo se sintió aplastada por la marea que salía. Pero ahora ya estaba dentro. Un paso. Dos. Tres. Hora de volver a la rutina. Hora de dejar atrás sus colores por unas horas. Tan solo unas horas para volver al mundo.

Y de pronto, sin ningún aviso, un ruido ensordecedor lo envolvió todo. Luz. Oscuridad. Sintió dolor. No lo sintió. Se observó volando por los aires a cámara lenta. Gritos silenciosos cubiertos por molestos pitidos. Silencio. Silencio. Silencio.

El reloj cayó, roto en mil pedazos. Caos. Y ella, en silencio, lo observaba todo desde arriba. Lo miraba todo desde abajo.


PD: Los relojes son malvados y perversos, ¿verdad que sí? xD
PD2: Ale, ya mismo acaban los exámenes (¿qué? estoy siendo positiva xD.

¡Saludos!

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