19 mar 2008

¿Y mi alma, Dumbledore? ¿Y la mía?

Ayer por la tarde terminé el 7º libro de Harry Potter. No me apasiona, simplemente quería acabar unos libros que empecé hace ya unos cuantos años. Si me apasionase, lo habría comprado en inglés y me habría ahorrado leer el "mala bruja" en cierto momento, pero no me importa. Curioso.

El caso es que yo fui una pequeña fanática de estos libros. Al menos de los primeros. Recuerdo que el primero me lo regaló un amigo mío por mi cumpleaños. Supongo que cumpliría diez añicos, porque es la edad que me cuadra con la edición del libro, más que nada.

Y el caso es que aquel libro me encantó, y así caí en el segundo, y en el tercero. Creo que con el cuarto ya había perdido parte del encanto. El quinto, sexto y séptimo los he leído porque me da pena dejar la serie a medias.

Y en fin, aquí es cuando la historia llega a su fin, posibles secuelas aparte. He de decir que cogí el séptimo sin demasiadas ganas, que no esperaba gran cosa. Y menos mal, porque la mitad del libro me pareció un verdadero desperdicio de papel y tinta. Básicamente, no ocurre nada. Básicamente, no nos dicen nada nuevo. Básicamente, el final podría haber pasado sin estas páginas, añadiendo dos o tres detalles al final que supongo sí se harían necesarios.

A partir de ahí, sin embargo, la cosa mejora. Se entiende, es Harry Potter, no hay que esperar una profundidad de personajes alucinante, ni una trama compleja. Pero sí resulta entretenido, e incluso interesante... Al fin y al cabo, un capítulo está dedicado en exclusiva a Snape (¿veis? si yo tenía razón cuando decía que era adorable... Un poco panoli, pero adorable igualmente), de donde sale la frase del título. E incluso queda claro que la mejor casa de todas es Ravenclaw (seguida de Slytherin, pero antes Ravenclaw). Los de Hufflepuff no cuentan. Y los de Gryffindor son unos panolis orgullosos e intolerantes :P.

En fin, no voy a comentar demasiado. El libro es lo que es, no se puede ir a él buscando más, porque simplemente no lo tiene. El bueno se enfrenta al malo. El bueno gana. Claro, qué más podía pasar, si al malo maloso se le ocurre hablar de lo invencible que es justo al final xD. Los personajes... sosillos, como siempre. A excepción de Snape, al que sigo respetando (aunque no sabía yo lo de la vena panoli-singermornings que tenía el pobre hombre). No hay más...

Salvo que quizá los Malfoy, más incluso que los Weasley, deberían cambiarse el apellido a Tully. Por lo de la familia, y tal.

Y que está clarísimo que Lily debía ser la única fémina en sus tiempos en el colegio. Si no, sinceramente, no me lo explico, por muy buena que estuviese y muy simpática que fuese xD.

Y supongo que aquí lo dejo. Ya digo, no me apasiona Harry Potter, pero ya que he acabado con unos libros que llevaban conmigo ocho años, lo menos es dedicarles una entrada...

PD: Ufff... estoy condenadamente apática últimamente.

¡Saludos!

2 comentarios:

Ayashi dijo...

Weeee otra de las mías xD A mí también me fue perdiendo gracia la serie conforme seguían los libros. Como tu dices, los tres primeros, bien; el cuarto, pase; el quinto, tira; el sexto......[sin comentarios].
Tampoco esperaba nada del séptimo, pero a mí me sorprendió gratamente. No era tan malo como esperaba, la verdad. Un argumento sencillo, personajes...tú sabes, un poco superficiales, pero en fin xD
Yo también adoro a Snape T___T Siempre supe que en el fondo era bueno, siempre lo supe!! T////T
Claro que también me gusta Draco (y no soporto que durante los siete libros lo pinten como a un niñato engreído, cobarde y flojucho que no vale ni para empuñar una varita) y, como no, Tom Riddle (incluso en su etapa oscura en la que se hace llamar Voldemort xD).
En fin, ya está mi comentario.

BabyCatFace dijo...

Nah, yo supongo que el problema en parte es que muchos de los que lo empezamos a leer cuando aún éramos chiquinines, ahora lo somos pero un poquito menos. Y J.K. intenta seguir manteniendo el interés de los lectores que llevan desde el principio y, al mismo tiempo, a los más chiquinines que se incorporan ahora, como mi hermano. Y claro, eso no es tan fácil, y al final las tramas y personajes acaban tirando a (muy) superficiales XD.
Como personajes... Sí, Snape mola, desde el principio... e incluso se salva al exceso de azúcar que le incorpora a cierto capítulo... Tanta Lily, tanta Lily... Repito... ¿Es que era la única tía en el universo conocido? :P
Pero tambiçen mola Draco, todo hay que decirlo, aunque se le deje continuamente de niñato. Eso sí, los cerebritos que solía tener por amigos no molan un poco. La verdad es que los Malfoy, así en general, no me han caído mal. Y bueno, para qué mentir, la psicópata de Bellatrix tampoco (aunque sea solo porque durante un rato se ceba con la pesada de Hermione xD)...
Peeero, hay más. Y es que otro personaje desaprovechado como pocos, creo yo que es Percy. Y me pareció una cutrez cómo vuelve, la verdad. Podría haber dado para mucho más... pero no.
Luna también mola, y se come con patatas a Ginny, que parece que su papel en este libro fuese observar, asentir y beber los vientos por el sosainas de Harry u.u'.
Ryddle era un personaje que molaba... Pero cuando se transforma en Voldemort (no solo un malo maloso, sino además un malo cutre u.u'... que es que se le cuelan por todas partes xD) pierde todo su encanto.

Y bueno, poco más que decir. Sí, el libro (o al menos la segunda mitad, porque la primera me pareció simplemente aburrida) está entretenido. Aunque la muerte de Snape (toma spoiler! xD) sea condenadamente cutre. Aunque la forma en que Harry gana al malo maloso sea condenadamente cutre. Aunque a nadie parezca importarle la gentecilla que muere al final (ale, todos tan contentos O.o... que oye, me parece bien que mueran fuera de escena... ¡¡pero al menos que le afecte a alguien, digo yo!!). Aunque Hermione y Ron básicamente sobren en el libro. Aunque muera tanta gente (sí, bueno, muere muuuuuucha gente *ceporrín silbando*) y la tía no se cargue al cansino de Hagrid. Aunque se carguen la diadema de una forma tan jodidamente cutre. Etc.

Todos esos motivos aparte, el libro está entretenido. Y esto último iba en serio y no llevaba ningún tipo de tono irónico incorporado.

¡Saludos!