4 oct 2012

This is the darkest fairy tale

Los que me leáis habitualmente por twitter, sabréis cómo va mi relación con Once Upon a Time. Y digo que lo sabréis porque, cuando quiero, otra cosa igual no, pero pesada soy un rato. Y por eso soy más pesada que una vaca en brazos diciendo lo mucho que la odio. Y lo que me encanta odiarla. Razón por la que me lo paso estupendamente viéndola y comentándola, y por la que al menos de momento no me cansaré de verla. Ay, las maravillas del hate-watching.

Porque a OUAT le puedo criticar muchísimas cosas, pero la verdad es que es una serie bastante entretenida (salvo algún que otro episodio), y eso no se lo quita nadie. Ni siquiera el ritmo algo cuestionable de algunos episodios (o de tramos de la primera temporada), porque incluso cuando el episodio en sí no me da más, comentar lo absurdo, ridículo y despreciable de muchas de las cosas que ocurren en la serie siempre resulta de lo más divertido.

Sí, prácticamente desde el primer episodio OUAT me ha parecido una serie absolutamente fascinante. Y algunos os preguntaréis (o no, pero da igual, porque voy a contestar a la pregunta igualmente) cómo es posible que una serie con una premisa tan absolutamente simple me pueda parecer completamente fascinante. Y la respuesta es de lo más sencilla: el hecho de que una serie teóricamente familiar, que parte de esa idea de los cuentos Disney de transmitir felicidad y buenos valores, tenga unos personajes, unas tramas y unas situaciones tan despreciables no dejará jamás de sorprenderme. 

Por supuesto, con eso de despreciables no me refiero a los supuestos villanos. Porque si aquí a alguien no le pasan una es a Regina, cuando sus crímenes no son peores que los de muchos otros personajes... con la diferencia de que Regina al menos no va de salvadora de la humanidad ni de perdonavidas, como es el caso de muchos de los otros. No, no me refiero a los villanos, sino a los supuestos héroes, a esos que los cuentos nos venden como los buenos de la película. Casi sin excepción, y empezando por los siempre presentes (y siempre cansinos) Charming y María Margarita, la serie no hace más que defender y proteger a unos personajes que toman decisiones sin pensar en las consecuencias y que, cuando llega el momento de hacerles frente (a las consecuencias, digo), justifican la validez de no hacerlo sacando la excusa del amor verdadero, o cualquier otra tontada egoísta semejante. Porque, por supuesto, las decisiones egoístas solo son egoístas cuando las toman los demás, mientras que si las toman esos supuestos buenos, todo queda justificado porque... son buenos. O algo. Y así, por supuesto, repetimos esta situación una y otra vez, no solo en el arco más general de la serie, sino también en las tramas más episódicas.

Pero claro, es solo uno de los muchos mensajes extraños que nos transmite una serie que va dirigida a un público familiar y que, por tanto, van a ver críos enormemente influenciables (y sí, ya sé que los cuentos tradicionales algunas veces transmiten mensajes que tela, pero considero que, ahora mismo al menos, la capacidad que tiene una serie de influir en un niño es mucho mayor que la que tiene un cuento tradicional, porque resulta mucho más cercana). Porque supongo que no seré la única a la que le hierve la sangre cada vez que los personajes de la serie (encabezados por Henry, siguiendo con Emma y María Margarita y compañía entre otros) deciden que Regina no es la madre del niño. Que su madre es Emma. Que el hecho de que Regina sea la madre adoptiva la convierte en un cero a la izquierda que no tiene ningún derecho en nada relacionado con el dichoso niño. 

Y podría seguir, por supuesto. Porque como estos ejemplos hay otros miles (y no me hagáis hablar del concepto de Emma, por favor). Pero casi mejor que dejo los comentarios para cuando vea los siguientes episodios. Y es que, las cosas como son, OUAT a pesar de todos sus defectos (o precisamente por todos ellos) es de esas que necesito ver con el móvil en la mano para ir transmitiendo al mundo en general lo que de otro modo me limitaría a gritarle a la pantalla. Lo que significa que, desde luego, no me deja indiferente. Y por eso pienso seguir viéndola y pasándomelo genial por el camino.

¡Saludos!

PD: Tengo opiniones encontradas sobre el regreso de Homeland. A ver, no, encontradas tampoco, sino más bien que la trama de Brody y su familia me ha hecho volver a darme cuenta de que la serie me gustaría muchísimo más si se centrara en esa trama y dejara de lado las misioncitas de Carrie y compañía (sin deshacerse del personaje de Carrie, por supuesto, pero que la pongan a hacer algo que no tenga que ver con misiones de esas, que me aburren). Y eso que me gusta mucho la serie, conste.
PD2: Que alguien me mate un rato, por favor, que por culpa de Zach de The Good Wife no soy capaz de quitarme esta canción de la cabeza.

3 comentarios:

Mary-chan dijo...

Jaja, curiosa forma de odiar una serie... Yo odio a algunos personajes, pero la serie en si me encanta.

Un saludo!

Drolope dijo...

Coincido, curiosa forma de ver y odiar una serie... xD sí que es cierto que deberían jugar más con los grises morales, y no encasillar a Regina en "muy mala" y a Emma en "muy buena", pero creo que, a su manera, les dan ciertos matices. No olvidemos que Emma abandonó a su hijo durante toda su infancia porque le dio la gana (no como Snow, que se vio forzada a perderla) así que Emma no es una santa precisamente. Además, Henry en este capi les recordaba a los demás que Regina todavía era su madre... que, de algún modo, tiene dos madres. Y, mientras Regina siga queriéndole como a su hijo, jamás podrá ser mala del todo, porque su corazón ha conocido el amor y eso es lo que la destruirá o, por el contrario, salvará.
En fin, vaya rollo acabo de soltar! quería decir que a mí OUAT sí me parece fascinante, pero en el buen sentido xD
Saludos.

BabyCatFace dijo...

Mary-chan, a mí la serie me gusta... a mi manera xD. En realidad me entretiene, por el motivo que sea, y eso es todo lo que le pido.

Dro, bah, mientras me entretenga viéndola, me vale perfectamente xD. El hate-watching tiene sentido (a su manera). Si ya me aburriera, entonces eso sería otra historia, claro.
De todos modos, lo de Emma es muy relativo, porque obvian eso como les da la gana. Tanto que en este último episodio fueron capaces de hacer que les echara en cara a sus padres hacer lo que ella había hecho (motivo o no), lo que me resulta fascinante. Y sin ningún tipo de sentido según la simplicidad por la que se guía la serie, pero bueno. En cuanto a lo de Henry, mejor no me hagas hablar de ese momento, porque me sentó fatal. No recuerda que es su madre porque todo ser humano normal y lógico sabe que lo es, no, sino porque es bueno y desde el punto de vista de superioridad moral que le dan a su personaje tiene que salvar a la mala, porque para eso está entre los héroes. No sé, ese comentario me sentó como un tiro. Claro, para lo que le interesa sí que es su madre. Tela xD.