30 jun 2010

Down in the Treme...

Porque me parecía mal que, después de haber cerrado la semana pasada una temporada tan redonda como ha sido la primera temporada de Treme, no le hubiera dedicado ninguna entrada (creo que le dediqué una al principio, pero entre una cosa y otra he ido posponiendo mil más hasta ahora).

Treme no es una serie especialmente fácil, porque puede pasar que te la tiren a la cabeza dependiendo de a quién se la recomiendes. Puedes entrar o no entrar, y si no entras puedes irte olvidando de ella, porque probablemente acabarías pasando al grupo de los que te la tiran a la cabeza.
Pero, como entres, es una serie que te atrapa completamente y te traslada a las vidas de sus personajes.

Porque si algo es esta serie, es una serie de personajes, que se mueve por y para ellos, y en la que todo lo demás es secundario.


Y así tiene un montón de personajes enormes y bien definidos, cada uno con sus problemas y con su día a día. Son muchos personajes completamente distintos, y con sus diferentes matices. Algunos son un amor con patas (yo creo que aquí Annie se lleva la palma), otros son justamente lo contrario (si alguien acabó la temporada sin pensar que Sonny es un cabrón con pintas, me puede explicar cómo y se lo agradeceré eternamente, porque no me entra en la cabeza :P); tenemos personajes fuertes (y aquí voy a decir que gana Ladonna), interesantes como ellos solos, etc, etc. Y debo mencionar a Davies, que es un caso patológico, como diría mi abuela, pero que es tan buenazo que por negativas que pudieran ser las primeras impresiones que me dejó, al final se ha convertido en uno de mis personajes favoritos (y su relación con la buena de Janette más todavía).

En cualquier caso, y sea cual sea el adjetivo que mejor los describe, está claro que todos ellos son unos personajes enormes, descritos a la perfección y completamente humanos, algo que muchas veces echo en falta en otros sitios.

El caso es que en estos diez capítulos que forman su primera temporada, nos hemos trasladado con ellos a Nueva Orleans y hemos seguido sus idas y venidas (a ritmo de una música estupenda, como no podía ser de otra manera), y nos hemos angustiado con sus agobios, y lo hemos pasado mal (y bien) con ellos.
Y los hemos visto cambiar, evolucionar con lo que se les ha ido viniendo encima. A veces casi imperceptiblemente, pero si comparamos a los personajes del principio con los que vemos al final de la temporada, el cambio está bastante claro.

Y no es solo eso. A mí Nueva Orleans siempre me ha llamado mucho la atención, desde bien ñaja, y Treme lo que ha hecho ha sido aumentar aún más mi fascinación por esta ciudad, por su gente y sus costumbres.


En definitiva, una serie más que recomendable y una temporada redonda. De momentos, hay uno que me llamó muchísimo la atención, y que, sin entrar en spoilers, voy a decir que tiene que ver con los últimos capítulos y Creighton, y creo que se me entenderá perfectamente. He visto pocas escenas tan sencillas y al mismo tiempo tan capaces de dejarte con un nudo en la garganta que esa imagen del coche justo al final del penúltimo capítulo.

Y no me puedo olvidar de ese epílogo, tan lleno de significado visto todo el recorrido de la temporada, al final del último capítulo. ¿Imprescindible? No lo creo, pero desde luego que ayudó a hacer la temporada más redonda si cabe.

¡Saludos!

2 comentarios:

satrian dijo...

Yo tambien adoro Nueva Orleans desde siempre, los dos últimos capítulos de la temporada han sido más agridulces que los demás, sobre todo por el tema Creighton Bernette, que dura la imagen del coche solitario.
Todas estas series no se las puedes recomendar a la gente sin más, no les ven trama ni argumento, solo gente desfilando por la pantalla, y muchos nombres que no recuerdan, como en The Wire, hacen falta unos capítulos para hacerte con ellos, pero la historia es siempre increible, acabas conociendo los entresijos de una ciudad, su cara oculta, y muchos personajes maravillosos, grandiosa primera temporada y espero la segunda con más ganas que esta primera.

BabyCatFace dijo...

A mí yo creo que la imagen del coche ha sido la que más marcada se me ha quedado de todas las series que he llevado esta temporada.