30 jun 2010

Down in the Treme...

Porque me parecía mal que, después de haber cerrado la semana pasada una temporada tan redonda como ha sido la primera temporada de Treme, no le hubiera dedicado ninguna entrada (creo que le dediqué una al principio, pero entre una cosa y otra he ido posponiendo mil más hasta ahora).

Treme no es una serie especialmente fácil, porque puede pasar que te la tiren a la cabeza dependiendo de a quién se la recomiendes. Puedes entrar o no entrar, y si no entras puedes irte olvidando de ella, porque probablemente acabarías pasando al grupo de los que te la tiran a la cabeza.
Pero, como entres, es una serie que te atrapa completamente y te traslada a las vidas de sus personajes.

Porque si algo es esta serie, es una serie de personajes, que se mueve por y para ellos, y en la que todo lo demás es secundario.


Y así tiene un montón de personajes enormes y bien definidos, cada uno con sus problemas y con su día a día. Son muchos personajes completamente distintos, y con sus diferentes matices. Algunos son un amor con patas (yo creo que aquí Annie se lleva la palma), otros son justamente lo contrario (si alguien acabó la temporada sin pensar que Sonny es un cabrón con pintas, me puede explicar cómo y se lo agradeceré eternamente, porque no me entra en la cabeza :P); tenemos personajes fuertes (y aquí voy a decir que gana Ladonna), interesantes como ellos solos, etc, etc. Y debo mencionar a Davies, que es un caso patológico, como diría mi abuela, pero que es tan buenazo que por negativas que pudieran ser las primeras impresiones que me dejó, al final se ha convertido en uno de mis personajes favoritos (y su relación con la buena de Janette más todavía).

En cualquier caso, y sea cual sea el adjetivo que mejor los describe, está claro que todos ellos son unos personajes enormes, descritos a la perfección y completamente humanos, algo que muchas veces echo en falta en otros sitios.

El caso es que en estos diez capítulos que forman su primera temporada, nos hemos trasladado con ellos a Nueva Orleans y hemos seguido sus idas y venidas (a ritmo de una música estupenda, como no podía ser de otra manera), y nos hemos angustiado con sus agobios, y lo hemos pasado mal (y bien) con ellos.
Y los hemos visto cambiar, evolucionar con lo que se les ha ido viniendo encima. A veces casi imperceptiblemente, pero si comparamos a los personajes del principio con los que vemos al final de la temporada, el cambio está bastante claro.

Y no es solo eso. A mí Nueva Orleans siempre me ha llamado mucho la atención, desde bien ñaja, y Treme lo que ha hecho ha sido aumentar aún más mi fascinación por esta ciudad, por su gente y sus costumbres.


En definitiva, una serie más que recomendable y una temporada redonda. De momentos, hay uno que me llamó muchísimo la atención, y que, sin entrar en spoilers, voy a decir que tiene que ver con los últimos capítulos y Creighton, y creo que se me entenderá perfectamente. He visto pocas escenas tan sencillas y al mismo tiempo tan capaces de dejarte con un nudo en la garganta que esa imagen del coche justo al final del penúltimo capítulo.

Y no me puedo olvidar de ese epílogo, tan lleno de significado visto todo el recorrido de la temporada, al final del último capítulo. ¿Imprescindible? No lo creo, pero desde luego que ayudó a hacer la temporada más redonda si cabe.

¡Saludos!

29 jun 2010

It hurts me too


A partir de aquí, spoilers hasta el 3x03 de True Blood

Si a estas alturas de la película (o más bien de la serie) alguien dudaba de lo surrealista, excesiva y WTF que es True Blood, supongo que con este tercer episodio de la tercera temporada le habrá quedado claro que es precisamente eso, y no cualquier otra cosa (es que me fascina la cantidad de gente que le sigue buscando tres pies al gato y trascendentalismos a True Blood), lo que es esta serie.

Y es que si después de esa escena del final, que debe de ser la escena de sexo más grotesca y surrealista jamás vista en televisión (y eso incluye las otras dos temporadas de True Blood, lo que es decir muchísimo), algo nos ha quedado claro, ese algo es precisamente que True Blood debe de ser una de las cosas más bizarras (y sí, sé que no se dice "bizarro", de ahí la cursiva :P) en pasar por una pantalla de televisión que se han visto nunca.


Yo tengo que decirlo, disfruto como una enana con los capítulos de esta serie. Con cada uno de ellos, con sus idas de olla y con el "cuanto más, mejor" que les sirve de mantra.
Evidentemente, no es una serie que haya que tomarse en serio, ni que pretenda tomarse en serio a sí misma. Y vista así me parece estupenda y rozando la genialidad del exceso.

Y creo que precisamente por eso me lo estoy pasando tan bien con los episodios que llevamos de esta temporada. Por eso y porque, aparte, me gusta más la trama que están planteando aquí que la de la temporada pasada, por muy enorme que sea Michelle Forbes.


Tengo bastante interés por saber cómo se desarrolla el tema de los vampiros de Mississippi y los tejemanejes que se traen, y ver exactamente qué es lo que pinta Bill en todo esto. Resulta curioso que, a cada vampiro que veamos (y si nos olvidamos de Lorena, que me parece un poquito pesadica) más nos damos cuenta de lo poquito que mola Bill, o de lo mucho que molan los demás. Porque Russell impone, y Talbot, esa versión vampírica de Martha Stewart, para mí ha sido uno de los puntazos de la nueva temporada.
No me gusta tanto, eso sí, eso de que estén intentando dejar a Bill como el bueno de la película. No he leído los libros, pero por lo que me han dicho, en ellos no es ni mucho menos así. Que no es que me importe que sea diferente, pero precisamente creo que el dejar a Bill como un mal bicho le daría algo de interés al personaje. Que no es por nada, pero es que Bill es la cosa más sosa de la serie. Con diferencia.
Veremos a ver, eso sí, cómo lo desarrollan. De momento parece ser que nuestro pobrecito Bill, tan profundamente bueno como es, renuncia a Sookie para protegerla y se queda con Russell en Mississippi. Veremos a ver.

Pero no es lo único que está pasando esta temporada. También está ahí ese eterno triángulo entre Bill, Sookie y Eric, que está claro que quieren desarrollar más esta temporada.


Y el tema del tráfico de V, con Sophie-Anne (a ver si la vuelven a sacar...) y Eric, y Lafayette metido en medio.
Hablando de Lafayette y relacionados, por cierto, tengo que decir que me hizo una ilusión tremenda ver que sacaban tan pronto a Kevin Alejandro. Le tengo mucho cariño a este actor, y la cosa es que no me esperaba que sacaran a su personaje hasta un poco más adelante en la temporada, pero nos lo presentan en el segundo capítulo. Y, si bien en el tercero no hay ni rastro de Jesús (tampoco es que viniera mucho a cuento), espero que vuelvan a sacarlo prontito.

Del resto de las tramas, pues a ver. El pobre Jason habrá que ver qué es lo que hace, después de que le diera por descubrir que para ser policía hace falta al menos un cuarto de neurona, y de eso el pobre no anda sobrado. Jessica me sigue haciendo mucha gracia, y me gusta lo inocentona que es. Sobre Tara no me hago demasiadas esperanzas, porque parece que todo lo que haga solo va a servir para aburrirme soberanamente, por muchos vampiros británicos y malrollistas que aparezcan en sus tramas.
Y Sam me produce curiosidad. Me gusta su personaje, pero no acababa de ver por dónde iban a enlazar su trama, buscando a su familia, con el resto. Ahora, habiéndole dedicado tan poco tiempo (gracias) y teniéndolo más o menos resuelto, quizá pueda encajar mejor de lo que pensaba. Por lo pronto, decir que me ha caído bien el malasombra del hermano.

Y con esto lo dejo. No sin antes mencionar a esa grandísima robaescenas que es Pam, que nuevamente se sale en este capítulo.
Y sin poner un vídeo de lo que nos espera (no tengo muy claro, eso sí, de qué capítulo son las imágenes, porque se corresponden más con las descripciones de capítulos más adelante que con el cuarto).


Ahora, a esperar hasta el 11 de julio, que la semana que viene no hay capítulo.

¡Saludos!


28 jun 2010

Raggedy man, I remember you, and you are late for my wedding!

Con The Big Bang tocaba cerrar una nueva temporada y, sobre todo, el principio de una nueva etapa de Doctor Who. Un principio del que creo que ya puedo hacer balance, algo que me ha estado costando a lo largo de la temporada. Porque no sabía muy bien qué decir de la mitad de los capítulos; no he acabado descontenta, en general, con casi ninguno (alguno verdaderamente malo sí que ha habido, y no miro a ninguna introducción de daleks primos de los power rangers en concreto :P), pero al mismo tiempo ha habido algo que les faltaba.

Pero creo que este final de temporada me ha servido para ver ese algo que he echado en falta, a veces más y a veces menos, en casi todos los capítulos. Y creo que ese algo tiene que ver con el ritmo del capítulo, con el desarrollo, con el centro. En la mayor parte de los 13 episodios que han formado la temporada, el principio ha captado mi interés sin el más mínimo problema, y el final me ha convencido lo suficiente como para que, si en algún momento en el tiempo que hay entre el principio y el final me hubiera planteado dejarlo ahí, me dieran ganas de continuar. Ojo, que tampoco creo que todo lo demás haya sido horriblemente malo en todos los capítulos, para nada. Lo que pasa es que sí que creo que hay un desequilibrio importante entre el nudo y el planteamiento y el desenlace.

Además, creo que es algo que en mi caso puedo extender a toda la temporada, que al fin y al cabo ha sido como un capítulo largo, un momento más en la historia del Doctor: después de un inicio que me pareció estupendo, la cosa se relajó bastante, hasta llegar a un final que, sin entrar en si ha sido mejor o peor que los finales a los que nos tenía acostumbrados Davies (yo es que soy fan de esos finales a lo grande y por todo lo alto, si puede ser aderezados con dramatismo y sentimentalismo, gracias), porque creo que en este caso eso va a depender más de gustos que de otra cosa, me ha parecido bastante digno.


Supongo que, al ser esto un inicio, Moffat podrá encontrar ese "algo" que le falta de aquí en adelante, y darnos una nueva temporada aún mejor que esta, que vista en conjunto no me ha parecido mala.

Y es que por lo demás no tengo quejas. Salvo esa sensación de que a los capítulos les faltaba algo para ser redondos, he acabado bastante contenta esta temporada.

Tenía miedo, cómo no, del cambio de Doctor (y es que Tennant es mucho Tennant), pero yo creo que Matt Smith ha estado a la altura. Y, si bien ha sido un doctor diferente, tanto del de Tennant como del de Eccleston, no me ha parecido peor, y desde que me acostumbré a él (que ya sabemos que yo soy lenta y me tomo mi tiempo), la verdad es que le he acabado cogiendo cariño.


Los otros tres personajes (o dos y medio, que el pobre Rory creo que va a contar como medio) que han sido la base de la temporada también me han gustado mucho.
Me declaró fan incondicional de Amy Pond (y voy a empezar a tener tanta manía a los ultras de Rose como a las fangirls de Supernatural, que con eso de que ninguna otra companion les gusta, parece que la existencia de cualquiera de las otras es un atentado contra la humanidad. Y no es por quitarle méritos a nuestra poligonera favorita, que yo soy la primera que dice que Rose es muy grande, pero las otras no se quedan cortas. Y a mí Amy en concreto me gusta mucho) y me gusta su relación con Rory.
Precisamente esa relación es lo que ha evitado que Rory se convierta en un Mickey cualquiera (con uno tenemos bastante) y al final se me haya hecho un personaje muy simpático, independientemente de que a veces el actor me recuerde excesivamente a un ladrillo con vocación de actor.


Y luego tenemos a River, la grandísima River Song, que ha sido el cuarto pilar de esta temporada. Ese personaje tan rodeado de misterios, de spoilers, plantea muchas preguntas que, supongo, tocará responder más adelante.

Así pues, habrá que ver lo que nos espera en el futuro, aunque supongo que también la próxima temporada se asentará por completo en estos cuatro personajes, y se servirá de ellos para desarrollar una trama llena de puzzles y piezas sueltas que habrá que encajar poquito a poco.

¡Saludos!

25 jun 2010

Blow me!

El mismo día que nos despedíamos de la segunda temporada de Tara, decíamos adiós a la segunda de Nurse Jackie. Y ya sé que han pasado ya unos cuantos días, pero he estado bastante liada... y lo que está claro es que Jackie no se podía quedar sin su entrada.


Con esta me ha pasado lo mismo que lo que me ha pasado con United States of Tara. Tanto en una como en otra me gustó bastante la primera temporada (un poquito más Tara que Jackie, eso sí), aunque en ninguno de los casos me pareció perfecta. Pero no pasa nada, porque en esta segunda temporada han aprovechado para mejorar lo que hacía falta mejorar y conseguir unas temporadas mucho más redondas.

En el caso de Jackie, eso ha significado convertir al personaje de Jackie en algo un poquito más creíble, más humanamente posible (aunque igual de grande), en alguien que, quiera o no, no puede hacer lo que le venga en gana sin que ello tenga la más mínima consecuencia.

Durante la temporada pasada hacía lo que quería y se comportaba como le daba la gana... pero no importaba, porque todo iba a seguir funcionando estupendamente bien y estaba claro que todo lo que ella hacía no afectaba a nadie (aunque sí que es verdad que poquito a poco iba construyendo un castillo de naipes tan enorme que se veía de lejos que en algún momento tendría que empezar a caerse). Durante esta temporada, la base del castillo ha empezado a temblar (y con razón) y poquito a poco se ha ido desmontando un poco toda la función que tenía montada. Algo que se ha visto claramente en un final de temporada con Kevin y la grandísima O'Hara confrontándola y diciéndole que tiene un problema.


Pero no ha sido el único cambio que hemos visto a lo largo de estos capítulos. Y, si bien es cierto que yo creo que es el cambio más importante, ya que cambia muchísimo la visión general de la serie, eso no quiere decir que sea como para dejar de lado otros cambios que le han sentado estupendamente.

Y es que si hubo algo que yo eché en falta durante la primera temporada, eso fue ver un poquito más de esos grandes secundarios. Porque sí, es verdad que Jackie es un personaje tremendo y que Edie Falco está estupendísima de la muerte (al mismo tiempo que es uno de esos personajes que odias con toda tu alma... mientras piensas lo grandísima que es y lo muchísimo que la echarías de menos si no estuviera ahí... Aprendan, personas que crean personajes insufribles y ni se molestan en hacerlos grandes. Y eso :P), pero no soy demasiado fan de sostener una serie entera apoyándola en un único personaje. Máxime cuando tienes unos personajes tan aprovechables como tiene Nurse Jackie.


No creo que haga falta decir lo enorme que es la doctora O'Hara y lo bien que le sienta el personaje a Eve Best, y también Eve Best al personaje. Cualquier escena en la que sale es más que suficiente para que no hagan falta más explicaciones. Porque, con todo lo grande que es Jackie, no solo O'Hara no se queda corta, sino que en determinados momentos la eclipsa. Pero no es la única que, a mi juicio, merecería uno o dos spin-offs para ella solita, porque Zoey es otra que tal baila. Como pasaba con O'Hara, Zoey ya era grande durante la primera temporada y ahora lo sigue siendo. Un poco menos inocentona, pero igual de Zoey que siempre.

Eso sí, si ha habido un personaje que me ha sorprendido, ha sido Akalitus, que durante la primera temporada no pasaba de ser una caricatura escondida a la sombra (aunque en algún momento, como ese en el que se queda encerrada en el ascensor, prometiese mucho más), pero esta temporada ha ganado un millón de puntos.


Visto lo visto, está claro que esta es una serie donde los personajes femeninos se comen con patatas a los masculinos. Lo que no quiere decir que entre los ellos no haya también alguno al que le pondría un spin-off pero ya. Mi favorito, el niño de mis ojos, es por supuesto Coop (Nota aparte: ¿qué les dan de comer a las fangirls de los vampiritos sin sangre, que deben estar la mitad ciegas perdidas? Porque ya van varias que me dicen lo estupendísimamente mono que está Peter Facinelli de rubio platino. Y mira que el chico es guapo, pero es que hay cosas que simplemente no tienen por dónde cogerse. Y el decir que le queda bien ese destrozo que le hacen en el pelo, es una de ellas). Y a mí el doctor Cooper ya me parecía enorme durante la primera temporada, conste en acta, solo que esta temporada, con eso de que se le ha enfocado un poquito más, hemos podido disfrutar de ese carácter tan genial e infantil que tiene mucho más.

Mención especial para Sam, que aunque empezó pareciéndome la cosa más petarda y cansina del mundo, poquito a poco ha ido ganando puntos.

No puedo decir lo mismo de Thor, que, aunque no me cae mal, ni me resulta especialmente molesto, realmente me parece que es un personaje que, si puede dar más de sí, a mí no me lo han demostrado. Y lo que está claro es que tampoco es que nos haya ofrecido mucho.


Así, en conjunto, la temporada me ha parecido estupenda y he disfrutado un montón cada semana con sus capítulos (salvo un momento muy concreto relacionado con una uña que me lo hizo pasar horriblemente mal. Que a mí no me pueden enseñar esas cosas, coñe u.u').

Y además plantea, con ese "Blow me!" que le suelta Jackie al espejo, a su vida en general y a las buenas intenciones de Kevin y O'Hara en particular, una tercera temporada bastante interesante. A ver cómo lo llevan, porque si lo saben aprovechar bien, les puede servir para darle una vuelta de tuerca bastante interesante.

¡Saludos!

PD: Ahora en un rato me pongo con el primero de la cuarta de The IT Crowd (con lo que hemos tenido que esperar, ni me puedo creer que esté diciendo esto), a ver qué tal.
PD2: A pesar de todas las advertencias y todos "No la veas, que seguro que te gusta y te llevas un disgusto", ya me he ventilado Kings y me ha encantado (y sí, me ha dado mucha penica que se quedara en eso, pero no me arrepiento de haberla visto). Cuando acabe con las chorrocientas entradas que tengo pendientes, probablemente le dedique una ;).

21 jun 2010

SYTYCD: Round 1

Soy lo peor, ya lo sé. Dije que no iba a hacer ninguna entrada sobre SYTYCD, pero es que yo soy así de simple y tenía que hacerlo.
Lo que sí digo seguro que no voy a hacer (a ver si lo cumplo :P) son entradas demasiado largas; me voy a limitar a poner mis favoritos y ya está.

Y bien, esta semana pasada arrancó de verdad (audiciones y tal aparte) la temporada y aun así creo que ya me va a costar cambiar de opinión en cuanto a quiénes son mis favoritos y quiénes necesito que desaparezcan pero ya. Muy pronto tal vez, pero es que veo una diferencia impresionante entre unos y otros. Por otro lado, también tengo que decir que las chicas en general me parecen mucho más flojas que los chicos (independientemente de que cualquiera de ellos me dé no ya a mí, que no es difícil, sino a cualquiera que yo conozca, seiscientas vueltas).
Así, yo creo que me quedo con tres chicos (Billy (of course :P), Alex y Robert) y la posibilidad de añadir a una chica, Lauren, que me tiene fascinada con esos movimientos tan surrealistas que se marca, siempre que consiga deshacerse de esas sonrisas y muecas que hace cuando baila y que me dan muy mal rollo.

De los demás, de momento poquito que decir. Kent me parece adorable (aunque a los cinco minutos yo creo que habría acabado con la cabeza en una pica o algo), pero me gustan más los otros tres; Jose, pues bien, pero es que por mucho que haya mejorado, lo sigo viendo varios escalones por debajo; y Adechike me resulta completamente invisible. Y de las chicas, Melinda me parece guapísima, pero la veo más rígida al bailar que un palo de escoba. Cristina me cae estupendamente, pero igualmente me parece que está medio escalón por debajo de algún otro. Y con Ashley me pasa como con Adechike, que la mitad del tiempo ni sé que existe.

Y en cuanto a la eliminación de esta semana, pues yo me doy por contenta. Me pasaba con Alexie lo mismo que me pasa con las caras de Lauren, solo que Alexie en todo lo demás me parecía mucho más normalita.

Y creo que esto va a ser todo por hoy, aunque voy a añadir uno de mis dos favoritos de esta semana:


Quería añadir también este, que también me gustó mucho, pero como no encuentro el vídeo en una calidad medio decente y que pueda insertarse, dejo el link y ya.

¡Saludos!

PD: Y ya tenemos Caballero de las Flores para Game of Thrones. El chaval que interpretará a Loras (otro pobre incomprendido por la gran mayoría, y eso que si reúne tres frases y media en lo que va de historia, será de milagro) se llama Finn Jones (por aquí hay un vídeo en el que se le puede ver). De primeras, lo mismo de siempre, yo no le pongo ninguna pega. Además, físicamente lo han clavado a la imagen mental que tenía del personaje (tampoco es que me vaya a gustar más o menos solo por eso, pero me hace ilusión :P).
PD2: El miércoles acabo los exámenes, aunque no sé si llegaré viva a entonces... ¿Quién me iba a decir a mí que Costes era la versión (más) chunga de DPO? (al menos con mis apuntes (que en realidad son ajenos xD) y las no-correcciones de ejercicios que te obligan a desarrollarlos por inspiración divina). Pero bueno, la llevo mejor de lo que pensaba que la llevaría, lo que no es mucho, pero ya es algo más que nada.

14 jun 2010

Journey

Y lo prometido es deuda; aquí va mi entrada sobre el final (y conjunto) de la primera temporada de la que ha sido seguramente la serie que he esperado con más ganas cada semana. Y eso que ha habido unas pocas de las que he estado bastante pendiente, especialmente una vez entramos en midseason.

Voy a intentar no enrollarme mucho, porque a esta serie le he dedicado entradas como para parar un tren (no tantas, pero en comparación con las que he dedicado a otras, gana por goleada) y tampoco es plan de repetir lo que ya he dicho.
En cualquier caso, a partir de aquí van spoilers sobre toda la primera temporada de Glee, incluyendo el final propiamente dicho.


Después de una temporada entera siguiendo las idas y venidas de nuestros glee-clubbers favoritos, llega por fin la semana de las regionales.
Y... la primera en la frente: nada más empezar el capítulo nos enteramos de que Sue, la grandísima y mala malísima (que no tanto) a partes iguales entrenadora de las cheerios va a formar parte del jurado.
A la vez que nosotros se enteran los protagonistas de la serie, que acaban en casa de Will llorando y lamentándose de que aquí es donde acaba el Glee Club, pues saben que no van a poder ganar, que era el requisito necesario para que el club siguiera existiendo.


Así que, con los ánimos por los suelos como andan todos, no queda otra que el que sea Finn (que me seguirá pareciendo un soso de cuidado y un palo de escoba con patas, pero que acaba haciéndose un personaje bastante entrañable) el que se encargue de convencer a Rachel para que recojan sus pedacitos del suelo y salgan adelante, aunque al final la cosa se quede en eso. Una escena, por cierto, adorable, incluido el beso que le planta Rachel y con el que Finn se queda con cara de tonto (más de lo normal, quiero decir).

Pero no solo son los chicos los que recogen sus pedacitos del suelo, sino también Will, intervención de Journey y su Don't Stop Believing de por medio.

Así que allá van, dispuestos a que sea lo que quiera, pero siempre a irse habiendo disfrutado como los que más.


Por supuesto, mucho Journey, que al fin y al cabo es como empezó todo. Primero, Finn y Rachel salen cantando Faithfully. Después, un mashup de Any Way You Want It y Lovin' Touchin' Squeezin'. Y, por último, mi favorita: Don't Stop Believing cantada, esta vez sí, por todos (o casi) los miembros del Glee Club. Aprovecho, por cierto, para decir que me encanta la voz de Santana aquí. No soy muy fan de cuando la ponen a cantar notas más graves, pero en este tipo de canciones está estupendísima de la muerte.
Guste más o menos (que a mí me gusta), lo que está claro es que esta canción se ha convertido en el sello de identidad de la serie. No podían haber cantado otra para acabar la temporada, eso no se podía ni dudar.

En el final de este último vídeo, por cierto, vemos a la madre de Quinn, que después de echar al padre de Logan Huntzberger, que diga, de Quinn de casa, ha vuelto a recuperar a su hijita del alma... En lo que Quinn se pone de parto.


En este punto me voy a evitar hacerme demasiadas preguntas y tirar de la suspensión de la incredulidad que nos pide esta serie (si hemos llegado hasta aquí, desde luego no nos vamos a preguntar de cuánto estaba Quinn, y los bailes que se pegan, y si estaban actuando en el salón de actos del hospital (porque se van todos y de repente vuelven a estar todos para los resultados), o la amistad de Quinn con Mercedes, que aunque a mí no me moleste, sí que podrían haber desarrollado un poco más, y no plantárnosla delante así de sopetón).
Y me voy a limitar a decir que me pareció uno de los grandes momentos del capítulo. Y es que van intercalando las imágenes del parto con las de la actuación de los chicos de Vocal Adrenaline, y el resultado está bastante bien.


Vocal Adrenaline lo que hace es tirar de Queen (que está visto que es lo suyo :P) y cantar Bohemian Rhapsody. Todo ello con una coreografía que a mí al menos me encantó, incluidos esos momentos tan caóticos que tenía de por medio.
La canción ya la había escuchado chorrocientas veces antes de ver el capítulo y, aunque sigo quedándome con la original, me gusta bastante esta versión.

Y yo lo siento, y sé que con esta actuación la idea era darnos a entender ese carácter y fondo de robots autómatas que tienen los chicos de VA, y adoro muchísimo a New Directions... pero me quedo mil veces con esta actuación. Y, si fuera por mí, igualmente habrían acabado ganando.

Claro que los que tenían que decidir eran los miembros de un jurado de lo más particular y que fue todo un puntazo.


Aparte de Sue, estaba el presentador de noticias que ya había sido jurado en el final de mitad de temporada (toma ya, ¿cuántos finales puede tener una temporada?). Y aunque me habría encantado haber vuelto a ver al personaje de Anna Camp, con la que me reí un montón la otra vez, compensa la vuelta de Olivia Newton John y Josh Groban. La escena en la que están decidiendo a quién votar no solo es un puntazo por sí misma, sino que además sirve para darle una vuelta de tuerca al personaje de Sue.
Porque entre los tres consiguen ponerla en un lugar donde el paralelismo con los chicos de New Directions es más que obvio: puede que ella sea grande en su pequeño estanque, pero en cuanto la sacan, se la comen con patatas. Porque, al fin y al cabo... vive en Ohio. Y con eso no hay que decir más.
Resulta curioso ver a Sue convertida en otra loser más sin hacer que por ello deje de ser un personaje tan enorme.

En cualquier caso, la derrota de New Directions es un poco también la derrota de Sue en este terreno. Pues eso. Curioso. A mí fue algo que me gustó mucho.


El trofeo se lo llevan finalmente a casa los chicos de Vocal Adrenaline, por supuesto, dejando a nuestros glee clubbers con cara de pena y pidiendo a gritos un abrazo.

Parece (si bueno :P) el final del club, y los chicos, disgusto o no, le regalan a Will una canción y a nosotros un momentazo. Una canción que tiene mucha más importancia que cualquiera de las canciones que habían cantado en las regionales, y que le va a la situación, al conjunto de la temporada y a los personajes como anillo al dedo.


Sue, que ha estado viendo esa última canción, no se queda de brazos cruzados y nos muestra una vez más que, aparte de ser la mala malísima de la película, también tiene su corazoncito y que a su curiosa y retorcida manera, no deja de ser una profesora que se preocupa por sus chicos. Porque sí, son sus chicos.
Y vuelve a chantajear a Figgins (juas), esta vez para darles una segunda oportunidad, mantener el Glee Club y dejar las bases para una segunda temporada lo suficientemente asentadas como para que no tengamos que volver a empezar de cero.


Y así nos despedimos de los chicos por esta temporada. No sin incluir esta versión, tan grande y tan resumen de toda la temporada y tan declaración de intenciones para la próxima, de Somewhere Over The Rainbow. En este caso, no sé si me quedo con la canción en sí (que siendo una de esas canciones que siempre me han parecido enormes y una versión bastante decente, no es que vaya a quejarme precisamente) o con las miradas y gestos entre los distintos personajes, que no dicen nada pero lo dicen todo.
Y nos despedimos, ya de paso, de Shelby, que, por supuesto, acaba adoptando a la niña de Quinn y Puck (apunte, dejando a un lado lo de la suspensión de la incredulidad que he dicho antes, me encanta muchísimo que aquí la gente adopte niños como quien va a comprar el pan xD. Hala, se me ha antojado un niño, voy a pasarme por el hospital a ver si hay uno de mi talla :P).

Así, resumiendo, puedo decir que esta primera temporada, con todos sus más y todos sus menos, a mí me ha cautivado completamente. Poco a poco me han encantado casi todos los personajes del club. Y, si bien me declaro fan total, absoluta y completamente incondicional de Kurt y Rachel, no puedo dejar de lado a otros como Quinn (enorme, y fun y pin). O Artie y Tina. O Puck, o Brittany y sus frases. Y Santana, que poquito a poco ha ido asomando la cabeza. Y, sí, Other Asian (ya sé que tiene nombre, pero mola más así) y Matt, que incluso han vuelto a hablar en este último capítulo. Y por qué no, incluso Finn y esa inocencia que tiene, que lo hace entrañable aunque siga siendo más soso que un pan sin sal.

Con todas sus idas y venidas, con todos sus saltos mortales (la trama de Jesse y Rachel es un WTF continuo), con todos sus defectos... yo los quiero igual. Porque pocas series hay últimamente que me hagan estar más pendiente de sus capítulos y sus personajes, mientras me dejan sin uñas cada semana.

Por eso, porque Glee me ha hecho pasar una temporada estupenda y memorable, puedo decir bien alto que esta serie es grande a su manera, y que a mí me encanta y soy una gleek orgullosa.

En cuanto a la temporada que viene, veremos por dónde tiran. Habrá que ver si volvemos a ver a Jesse (si mantienen a Jonathan Groff en la serie me harán la chica más feliz del mundo. Total, un WTF más no se va a notar :P) y a Shelby (a esta es más fácil que la veamos. En cualquier caso, dedos cruzados, que todo lo que sea ver a Idina (y oirla cantar) es bienvenido).
Veremos qué pasa con Emma (otro WTF ha sido esa reaparición suya al final, así de la nada), el dentista y Will.
Y supongo que volveremos a tener nuestra ración de Sue.

En cualquier caso, una segunda temporada que yo esperaré con los brazos abiertos. Y probablemente sin uñas, que las esperas son muy malas. Aunque se empeñaran en entrenarnos con ese pedazo de parón que se marcaron a mitad de temporada.

¡Saludos!

PD: Mención especial para el gorro de marinerito de Kurt. Tenía pensado hacer una entrada con mis diez (o así) canciones preferidas de la temporada, pero estoy pensando hacer una también con los trajes de Kurt :P.
PD2: Ya he acabado con mi revisión de Popular. En algún momento le dedicaré una entrada, porque se lo merece. De momento, solo decir que me acordaba de que no tenía final, y de que acababa en cliffhanger. De lo que no me acordaba era de que acababa TAN en cliffhanger xD.


Winter is Coming


...aunque estemos en pleno junio y yo sea de todo menos Stark (una cosa es apropiarse de las ruinas de los castillos ajenos y otra cosa es que eso me convierta en Stark. Para que quede claro, y eso. Que una no lleva años creándose una reputación para luego pasarse al bando de los pavisosos de los Stark. Aunque Sansa mole. Hala, ya lo he dicho. Y voy cerrando el paréntesis, que me da la sensación de que soy una persona que habla continuamente entre paréntesis).

Pues eso, que a lo tonto se acerca el invierno, y aquí están nuestros amigos de HBO para recordárnoslo. Y es que ayer por la noche, junto con el estreno de la tercera temporada de True Blood (a la cual intentaré hincarle el diente (si es que estoy yo hoy de ingeniosa... Qué mal me sientan las sobredosis de azúcar) esta noche a más tardar) pudimos ver el primer teaser de Game of Thrones.

Lo que se ve es muy poca cosa: tres o cuatro imágenes oscuras y rápidas, que sin hacer capturas realmente cuesta ver (no todas, pero juraría que en las capturas he visto imágenes que en el vídeo había pasado completamente por alto), en poco más de veinte segundos.

Pero a mí al menos con eso me basta. Es decir, está claro que los fans muchas veces nos conformamos con poquito, pero tampoco me esperaba mucho más (de hecho, esperaba un teaser sin mostrar imágenes de ninguno de los actores, y sin embargo podemos ver a Sean Bean o a Alfie Allen (el hermanísimo de Lily Allen y al que todo el mundo le está poniendo pegas como Theon (¡sin verlo actuar ni ná! Que nos gusta criticar :P). Y yo, como fan incondicional del pobriño de Theon (el de los libros, que es un desgraciaico de la vida, el pobre) que soy, y después de haber defendido al personaje en mil quinientos debates y discusiones, y con la facilidad que tengo yo para que mi fangirl interior tome posesión de mi cuerpo, de momento no tengo quejas... Veremos a ver cuando empiece la serie y eso, pero de momento no me quejo :P)).

Así que el teaser me deja contenta y con ganas de más. Y, sobre todo, preguntándome cómo leches voy a hacer yo para aguantar hasta 2011.

Claro que entonces me doy cuenta de que, qué leches, para algo llevo años siguiendo esta saga. Y si algo tiene el ser fan del señor Martin es que desarrollas unos niveles de paciencia que ya les gustaría a muchos. Así que supongo que aguantaré. Qué remedio.

Mientras tanto, aquí dejo el teaser:



¡Saludos!

PD: Y hoy iba por fin a actualizar con el final de Glee, que a lo tonto la he dejado un poco abandonada con los exámenes, pero supongo que se queda para mañana. De esta semana no pasa, eso sí.
PD2: Me da pena no haber podido ir a la Rising Con (cosas que tiene el que tengan las muchas luces de organizarla a mediados de junio, y que además se junte con vivir en la otra punta de España y andar pidiendo dinero por las esquinas hasta para hacer fotocopias), me habría gustado bastante ir. Por lo que me han contado, aunque la organización no fue la leche precisamente, mereció la pena. Y esta gentecilla debe molar un puñao y medio (claro que Misha lleva siendo mi ídolo desde que le dio por iniciar planes de dominación mundial vía twitter). Salvo Jensen, que ha dejado a más de uno/a decepcionado.
PD3: Creo que tengo un pequeño problema con los paréntesis. La mitad de mis frases están escritas entre paréntesis. O eso, o acaban en puntos suspensivos.

10 jun 2010

A Drop of True Blood

Esta misma noche arranca la tercera temporada de True Blood. Y yo soy de las que se lo pasa pipa con los excesos de esta serie, así que llevo ya un tiempo mordiéndome las uñas.
Y mientras me mordía las uñas, me he tenido que conformar con irme viendo los minisodes que formaban parte de la campaña de publicidad de HBO para esta serie (siempre genial, todo hay que decirlo. Yo me declaro fan número 1 de los posters que se curran).
Así que lo que voy a hacer es aprovechar y recopilar aquí los seis minisodes que han ido sacando:








Mis favoritos:
El de Eric y Pam. Claro que cualquier cosa en la que salga cualquiera de estos dos, juntos o por separado, me va a molar igual... Eric es Eric y no necesita más explicaciones (y creo que nuestro querido Alex es uno de los pocos que pueden seguir estando igual de bien con esas pintas). Pam también es grande. Me pregunto si aprovecharán para sacarla algo más en la tercera temporada, porque esta mujer es una mina cada vez que abre la boca.
También el de Jessica está bastante bien. Aparte de que a mí esta chica me parece bastante babeable. Menos que Evan Rachel Wood (a.k.a. Sophie-Anne), pero tampoco es para hacerle ascos :P.
Y el de mi Jason, of course. ¿He comentado alguna vez la adoración que siento por el pobriño de Jason? Si es que el chiquillo es un cacho de pan y parece que tiene un imán para las desgracias... Aparte de que es tan profundamente corto que mola un puñao y medio (la retahíla de dioses y derivados que suelta en el minisode no tiene desperdicio. No sé si me quedo con el león de Narnia o con "Confusion" :P).

¡Saludos!

PD: No sé cómo es posible, pero ahora que hay menos series es cuando se me han empezado a acumular los capítulos pendientes... A ver si mañana o pasado (hoy no, hoy me toca encerrarme en mi cueva, morir por sobredosis de cafeína y luego resucitar para seguir estudiando, a ver si mañana suena la flauta) le pongo remedio.

9 jun 2010

From This Day Forward

A falta de verme la finale de Glee (bueno, me he visto la parte de la actuación de VA, que bien pensado tiene que ocupar como medio capítulo :P, que mi fangirl interior quería ver a Groff y mi yo no-fangirl tenía curiosidad por ver cómo de complicada era la coreografía, viendo la que liaron con ella. Pero el episodio entero no creo que lo vea hasta mañana), toca hoy escribir una entrada sobre la finale de la segunda temporada de United States of Tara.

Y es que esta semana nos despedimos, hasta sus respectivas terceras temporadas, de dos series de Showtime que últimamente he esperado con bastantes ganas. Y creo que puedo decir que ambas nos han ofrecido dos temporadas muy dignas. Por un lado, Nurse Jackie, sobre la que ya hablaré otro día, ha sabido avanzar la trama estupendamente y aprovechar a los grandes secundarios que tiene.
En cuanto a US of Tara, ha conseguido pulir muchos de los errores de la primera temporada y el resultado ha sido mucho más que positivo.

Que conste que a mí la primera temporada ya me enamoró completamente. Nada más que por el momento de Marshall y la cabaña ya habría merecido la pena. Pero aun así, aunque a ratos los alters resultaran un poco cargantes y nos dejasen ver muy poquito de Tara, y aunque a veces diera la sensación de estar un poco deslavazada, me gustaron sus personajes y me vi la temporada entera de un tirón.

El inicio de esta segunda temporada no pudo haber sido mejor; lo primero que vemos es a Tara deshaciéndose de un montón de ropa de cada uno de los alters. Vemos cómo la familia vive (por fin) de forma relativamente normal... hasta que oímos un disparo: uno de los vecinos se ha pegado un tiro. Y, con una escena que, no ya por lo que es la escena en sí, sino por la situación, recuerda bastante a las Desesperadas, es cuando arranca de verdad la temporada.
Porque a partir de ahí van a volver los alters y todo lo que ello conlleva. Aunque en esta segunda temporada les ha salido mejor que en la primera y eso no ha significado que no tuviéramos la oportunidad de conocer a Tara (que más o menos es lo que pasó un poco en la primera).


Una vez más, volvemos al día a día de una familia que es de todo menos normal, pero que al mismo tiempo es la cosa más normal del mundo. Porque en cierto sentido esa es la gracia de esta serie: la normalidad de lo raro (o lo raro de la normalidad).
Y volvemos con sus personajes, que para mí llevan siendo grandes casi desde el primer momento. En la primera temporada me declaré ya fan total y absoluta de los dos hijos; ahora mismo, Marshall sigue siendo mi personaje favorito. Toda su evolución a lo largo de esta temporada, el ver que es al mismo tiempo maduro hasta decir basta y un crío inocentón, es probablemente una de las cosas que más me ha gustado de todo lo que va de serie (e incluso voy a aceptar su relación con el petardo de Lionel (aunque lo mismo que dije al principio de la temporada que iban a acabar juntos, digo que van a durar lo que el agua en un cesto), porque por muy collejeable que sea, lo entiendo perfectamente).


Pero, aunque me encante Marshall, me da mucha pena que todo el mundo que conozco se meta con la pobre Kate. Kate es grande, y además es la reina de los momentos cómicos y surrealistas. Resulta curioso, porque es uno de esos personajes que te da la sensación de que se pasa la vida haciéndose la tonta (porque tan corta tampoco es que sea, a pesar de que se comporte continuamente como si le faltaran varias neuronas), la rara, con tal de ser algo.
Aunque si algo hace grandes a estos dos, más todavía que los propios personajes, es la relación que hay entre ellos. Y es que a lo mejor soy yo la rara, pero cualquiera de sus escenas, cualquiera de sus conversaciones, podría estar prácticamente entera sacada de cualquiera de mis conversaciones con mi hermano pequeño.

De todos modos, no son los únicos personajes que andan dando vueltas por ahí. No soy demasiado fan de Max, más que nada porque, aunque no creo que es un mal personaje, al lado de los demás suele pasar desapercibido. Pero tanto Charmaine como Tara han ganado enteros en esta temporada.
Por fin hemos conocido a Tara, después de que la temporada pasada la ocultaran todos los alters. La hemos visto ser un personaje por sí misma. Lo que no significa que nos olvidemos de los alters (bueno, a T no la hemos visto, pero la verdad es que yo tampoco la he echado de menos), para nada. De hecho, la aparición de Shoshana ha sido uno de los mayores aciertos que ha tenido la temporada.


Y la hemos visto intentando desenmarañar todo lo que hay detrás de los alters, cuál es la causa de todo. El final de temporada, en ese sentido, a mí me ha parecido muy bueno. No nos deja en el mismo sitio que donde estábamos, sino que avanza y nos hace conocer unos cuantos detalles importantes. Y son unos cuantos detalles que no solo afectan a Tara, sino también a Charmaine. Y es que Charmaine es un personaje a quien es muy fácil dejar como insoportable e innecesario, pero a mí me parece muy interesante. Porque a lo mejor soy yo, pero me da la sensación de que todo eso que les pasó la ha afectado tanto y la ha dejado tan dañada como a Tara, aunque en su caso se ha manifestado de una forma distinta, de una forma que, quizá, pasa mucho más desapercibida. O a lo mejor soy yo, pero es la sensación que me ha dado a lo largo de esta temporada.

No me voy a meter a dar vueltas a aspectos de la trama y lo voy a dejar aquí. Me voy a limitar a decir que he disfrutado un montón de esta temporada, mucho más de lo que lo hice con la primera. Está claro que la serie ha crecido mucho de una temporada a otra, y yo creo que aún tiene mucho que ofrecernos.


Por cierto, del último capítulo me quedo con una escena muy concreta. Cuando está empezando la boda y Chicken se sienta en el suelo y Charmaine intenta quitarle importancia de alguna manera. Su mirada, así como las de Marshall y Kate, y Max (y Ted, que con ese momento ha pasado a formar parte del cuadro familiar), lo dicen absolutamente todo.

¡Saludos!

6 jun 2010

Shonda, Shondita, Shonda

He dejado pasar un poco de tiempo desde que vi la finale de la sexta temporada de Grey's Anatomy hasta que me he puesto a escribir esta entrada. Y no, no ha sido solo porque ando hasta arriba de exámenes (que también, pero como solo soy capaz de aprovechar, está visto, una o dos horas máximo por día, pues creo que tampoco me vale de excusa). Creo que lo que más me ha hecho retrasarla es que tampoco tengo ganas de escribir algo demasiado largo, y si me hubiera puesto a escribirla nada más verla, pues habría tenido demasiados detallitos que comentar, criticar y adorar.

Y es que la finale, con sus más y sus menos, me gustó mucho. Sí, acabo de volver a decir algo que no pensaba que diría de nuevo: que la finale de una temporada de Grey's me ha gustado mucho. Lo que no quiere decir que sea buena buenísima. Es decir, ni de lejos se acerca a los niveles de esos capítulos de la bomba de la segunda temporada (único momento de la serie, por cierto, en el que a la rubia tonta le dio por decir algo con sentido), pero yo me lo pasé pipa y estuve mordiéndome las uñas los dos capítulos. Y con eso, a estas alturas de la película, me basta.


Yo ya he llegado a un punto en el que directamente ni me engaño. No importa las veces que diga "hasta aquí hemos llegado" con esta serie, porque sé perfectamente que volveré a caer. Cuando la mayoría de la gente que conozco se inició en esto de llevar las series a ritmo de USA con Lost, yo empecé con Grey's (creo que fue la primera que llevé al día, no puedo asegurarlo xD. Pero sí, creo que fue la primera). Y quieras que no, eso me hace tenerle un cariño especial a esta serie.
Pero no es solo eso. Es que Shondita y sus ocurrencias son una especie de universo paralelo en sí mismas. A nada que lleves un tiempecillo siguiendo las idas y venidas de los habitantes (porque sí, viven allí, no nos engañemos. Trabajen o no, viven allí) del Seattle Grace, sabes que seguir la serie es seguir los desvaríos de Shondita, dejarte llevar por las idas de olla de esta mujer. Porque Shondita, con la que, como casi cualquier fan de la serie, mantengo una relación continua de amor/odio, es una especie de montaña rusa con patas. Lo mismo tiene ideas buenísimas que se le ocurre el mayor surrealismo culebronesco del mundo.

Y eso, ese desvarío continuo con momentos de lucidez que es esta mujer (nota aparte: parecerá una tontería, pero yo creo que lo que hace grande a Shondita es precisamente esa condición de montaña rusa que tiene en cuanto a ideas. Si no, esto sería aburrido hasta decir basta), se vio perfectamente en la finale de esta temporada, que fue Shonda Rhimes en estado puro. Porque fue excesivo, surrealista y tramposo como ninguno, sí. Pero también fue entretenido. Entretenido no, lo siguiente. Y tuvo momentos estupendos (protagonizados por actrices estupendas, como son Chandra Wilson y Sandra Oh) que me hacen ver con simpatía y una sonrisa en la boca (y sin hacerme muchas preguntas. Porque no, lo mejor es no preguntar) cosas como que les diera por crear al equipo SWAT más inútil en la historia de la humanidad, el discursito tonto del jefe hacia el final o la manía de culebronizar aún más las relaciones (sí, Izzie/Alex/Lexie/Mark, os miro a vosotros) que parecía que podían rescatar (yo es que soy fan de Lexie y Alex desde la cuarta temporada, qué le voy a hacer).


Fue un episodio doble que además sirvió para aligerar (no mucho, ya podían haberse esmerado más) el barco un poquito. Porque desde hace unas temporadas esta serie es el mejor ejemplo del efecto "Camarote de los hermanos Marx". Hay chorrocientos personajes, muchos de los cuales ni nos importan, ni deberían importarnos, porque aquí no pintan nada. Cuando aparecieron por los pasillos del Seattle Grace los nenes del Mercy West, estaba bastante claro que no todos iban a durar toda la temporada. La primera en caer fue April, después de ese episodio tan estupendo. Me dio un poco de pena, porque Sarah Drew es grande y siempre lo será, pero era una baja necesaria. Lo que no quita que me alegrara un montón con su vuelta más adelante, en forma de una April que ya puede ganarse el estatus de personaje (seamos sinceros, esa escena de la finale en la que le cuenta al otro su vida entera para que no le pegue un tiro es genial). Y es que Sarah Drew es Sarah Drew, y con ella al fin del mundo, si hace falta. Pero entonces volvíamos a tener a los cuatro nuevos dando vueltas por el hospital, y estaba claro que todos no podían quedar en pie. Y no podían quitarse a Avery, con esos ojazos que tiene, y después de haber sido el único que ha sido capaz de entablar algún tipo de relación con los demás personajes. Todo eso dejando a un lado que es un interés romántico para Cristina en potencia, y que yo estoy deseando que me los arrejunten y nos libremos de Owen (si Kevin McKidd fue lo mejor que le pasó el año pasado a Grey's, este año su personaje no ha hecho más que arrastrar al suelo a Cristina y a Teddy, una incorporación que a mí me ha gustado bastante). April acababa de volver, y además Sarah Drew tenía que quedarse, porque yo lo digo y punto xD. Los que quedaban: pues la chiquinina, cuya muerte fue tan "ZAS!" que no pude evitar soltar una carcajada, y el cabezón (seh, eso es todo lo que me he aprendido yo los nombres de los personajes nuevos poco interesantes). Y conste en acta que el cabezón se ganó un poco mis respetos, en parte gracias a una Bailey que volvió a ser Bailey (enorme Chandra Wilson en esas escenas) y una Mandy Moore que estaba monérrima.

Sigo pensando que a ese hospital le sigue sobrando personal, conste, y que podrían haber aprovechado mucho más al tipo con la pistola (tanta bala para cargarse extras, tiene narices). Podrían haberle dado un final al personaje del jefe (aunque no sea jefe, sigue siendo el jefe) y habernos dejado de discursitos y mediaciones. Podrían haberse quitado de en medio a Owen, que ahora lo único que hace es lastrar a los demás. Y, por pedir (aunque este me corre menos prisa), podrían haberse cargado a Mark. Me daría pena, porque su amistad con Callie me encanta, pero me sobra en todo lo demás desde la primera vez que apareció. Y ya, a riesgo de que me corten la cabeza, a Derek, que me parece un cansino, y además ahora le está afectando la maldición del puesto. Claro que si nos quitan a Derek, nos devuelven a la Meredith dark & twisty... Quita, quita.
En fin, al menos nos quitamos a dos de en medio, que ya es algo.


Además, el episodio nos dio algún otro momento bastante bueno, aparte de los que ya he comentado de Bailey. Cristina fue tan grande como en algunos de sus mejores momentos y, surrealismo de que el tipo se colara ahí dentro y nos enteráramos así, sin anestesia ni nada, aparte, toda la escena dentro del quirófano (Avery y sus ojazos incluidos) estuvo bastante bien, con una Sandra Oh tan buena como siempre. Mención especial para Avery, por cierto, que ojazos o no ojazos, moló un puñao y medio (aunque tampoco había que ser demasiado inteligente para saltar con semejante plan) en todo el capítulo.

Lo que sí, y ya para terminar, que me veo otra vez acostándome a las tantas, habría cambiado un par de cosas. Por un lado, lo que comentaba del jefe; de verdad, Shondita, que este hombre ya no pinta nada allí. Por otro, y especialmente hago hincapié en esto, el traer de vuelta la memoria de Izzie al culebrón que se traen Lexie y Alex. No es ningún secreto que Izzie nunca ha sido de mis personajes favoritos y que me llevé una alegría cuando la Heigl dejó la serie. Y una de las razones por las que me alegré es que pensé que por fin iban a sacar a Alex del pozo en el que lo habían metido a raíz de su relación con ella. Entiendo perfectamente que lo de la temporada pasada eran daños colaterales inevitables (lo que no era inevitable era el surrealismo de la trama de Izzie y el querer convertir eso en Stevens' Anatomy, pero eso es otra historia) y que lo llevaron lo mejor que pudieron. Pero Alex (y Justin Chambers, que seguirá sin ser gran cosa, pero ha mejorado una barbaridad desde que empezó la serie) se merece mucho más que esas tramas a la sombra de Izzie que se ha llevado durante tanto tiempo. Siempre me ha gustado su personaje, y siempre me ha parecido totalmente desaprovechado. Porque es verdad que es arquetípico como el que más, pero al menos es un arquetipo encantador. Lleva un par de temporadas que está más soso que un pan sin sal, y la culpa de eso lo tienen las tramas de Izzie y que él estuviera ahí siempre de comparsa. Por eso no me gustó que la trajeran de vuelta, al menos de palabra, para complicar las cosas entre Lexie y Alex, ahora que Lexie parece que se ha decidido (nota aparte: ¡¡¿quién tuvo la brillante idea de volvérmela rubia?!! Mira que ahora está mejor que al principio del cambio, pero con el pelo tan bonito que tenía, lo que le han hecho es un crimen. Y fun y pin). Pero bueno, no podía haber un capítulo sin quejas y sin los desvaríos de Shondita, que eso es lo que hace grande esta serie.



Y como mi entrada corta ya es demasiado larga, aquí lo voy a dejar. Diciendo (y así resumo todo lo anterior) que me ha gustado mucho este final de temporada. Que la fangirl que llevo dentro se puso a dar saltos de alegría cuando solucionaron lo de Callie y Arizona (y eso que mantengo que su ruptura en el capítulo anterior me pareció la más normal, coherente y lógica en lo que va de serie). Y que esto es Shonda, y por eso la adoramos y la odiamos a partes iguales.

¡Saludos!

PD: Llevo siete capítulos de Gravity y aún no sé si me encanta o me parece un bodrio, lo cual ya tiene mérito. Lo de esta serie es fascinante, de verdad. Y el final del 1x07 me dejó ayer a cuadros y en shock. A ver por dónde salen, pero independientemente de que se quede en una más de las excentricidades e idas de olla de Miller, o que decidan no engañarnos y llevarlo hasta el final, no va a servir más que para aumentar esa sensación de fascinación (al no saber si me gusta o no) que me produce esta serie.
PD2: (Aviso a los que huyen tanto de los spoilers que no quieran saber ninguna de las canciones que saldrán en la finale de Glee para que no abran el enlace :P. Y si son muy quisquillosos, directamente que no sigan leyendo) Llevo media tarde escuchando esta versión todo el rato. Y me gusta mucho la original (coñe, que es muy grande), pero esta también me gusta. Y cada día me gusta más Jonathan Groff (y su voz, y su pelo, y cuando baila...) y supongo que me dedicaré a rezar a todos los dioses que se me pongan delante para que no se quiten a Jesse de en medio para la temporada que viene. Que ya sé que sería un poco WTF mantenerlo, pero Jesse me sigue molando (aunque menos que Groff, que me parece un amor con patas) y, total, ¿qué es un WTF más en la trama de Rachel y Jesse? :P Porque los saltos mortales con varias volteretas que se pegan con el tiempo en esta trama son surrealistas hasta decir basta. Oh, y está claro que a los chicos de VA les encanta Queen :P.
PD3: Me acabo de dar cuenta de que esta es la entrada de las series que empiezan por "G". Conste que no ha sido intencionado :P.

4 jun 2010

Terrible Things

Desde que lo vi el otro día, me he enamorado completamente del teaser que ha salido de la próxima temporada de Weeds.


La quinta temporada no es que me entusiasmara mucho, la verdad (aunque el pensar cómo leches se las apañarían con el doblaje tenía su gracia). En ningún momento llegué a tragar a Esteban, y toda la trama con los mexicanos me pareció demasiado WTF.
Pero lo que también es verdad es que el final de temporada sí me gustó mucho. No es solo que Shane, después de ese terrible episodio que es la entrada de lleno en la adolescencia televisiva (y en la no televisiva también, que yo tendré poco aguante, pero los niñatillos entre 13 y 16 años (a veces más) deberían extinguirse momentáneamente hasta que se les pase un poquito la tontería. Luego, si eso, que vuelvan, pero mientras tanto ná de ná) reapareciera en todo su esplendor, sino que, si bien la temporada no fue gran cosa, las puertas que abre son interesantísimas. Yo por lo menos ando muerta por saber cómo sale nuestra Nancy de semejante atolladero.

Y en parte por eso el teaser me ha gustado tanto. Aunque también ayuda lo guapísima (as always, pero mejor incluso) que está Mary-Louise Parker. Está claro que esta mujer, como dice Antara en su blog, es una DIOSA, así, con mayúsculas. Es que no hay otra manera de describirla.

¡Saludos!

PD: Me da a mí que estos días voy a tirar de entradas así, medianamente ligeritas, mientras me corto las venas con los apuntes...
PD2: Y no tiene nada que ver, pero si os gusta leer, os recomiendo echarle un vistacillo a Los Condenados: moradores del Multiverso. Es una revista on-line con varios relatos (y micros) de fantasía, ciencia-ficción y terror bastante interesantes. Admito que aún no me he leído más que unos pocos (los demás ya irán cayendo), pero están bastante bien. He leído otras cosas de varios de los autores y sé que merecen la pena, así que me fío completamente y no puedo hacer otra cosa que recomendar que le echéis un vistazo si os sobra un ratillo.
PD3: La canción del teaser se llama Terrible Things (de ahí el título xD), de April Smith. Y a mí me encanta muchísimo. Y eso :P.

2 jun 2010

Meme: Farewell Temporada 09/10

Y llego hoy por la tarde a mi casa, después de solidarizarme con los pobres pollos asados (vegetariana no seré, no, pero ya decía yo que había alguna razón más allá del simple "no me gusta" para explicar que no me gusta el pollo) al recorrerme el caminito hasta mi casa achicharrándome un poco al sol (que alguien me devuelva el invierno, por favor. Prometo no decir que me lo quitaron, no va a haber consecuencias. De verdad, de verdad, de verdad... Pero devolvédmelo :P) y, claro, lo último que me apetece es ponerme a estudiar.

Así que aprovecho este meme que proponen por aquí, que me viene estupendamente para resumir mis ideas e impresiones sobre esta temporada que dejamos atrás.

En fins, la idea es contestar a las secciones teniendo siempre en mente esta temporada que acaba de terminar y contestar sin spoilers para que todo el mundo pueda disfrutarlo. Pues a eso que voy.


La nueva serie que recomiendas
La primera, siempre, de cabeza y sin dudarlo: Community. Esta es la serie que más he disfrutado, junto con Glee esta temporada. La diferencia es que a la gente a la que le puedo recomendar Glee (que no son todos), generalmente ya la está viendo, así que directamente Community. Una serie grande, se mire como se mire, que después de unos inicios un poco flojitos, supo convertir cada episodio en algo épico. Con esta serie he acabado llorando de la risa más de una vez, con sus continuas referencias al cine y la televisión y episodios tan grandes como Modern Warfare o ese que era una referencia continua a Uno de los nuestros.

La nueva que nunca debió ver la luz
¿De verdad hace falta preguntarlo? Yo creo que hasta los responsables de FlashForward se preguntaban cada día, antes de ir a trabajar, cuál era la razón de todo ello. Probablemente pueda meter en la lista a Happy Town.

La que no pensaste que te gustaría
Ese puesto se lo ha ganado merecidamente The Vampire Diaries. La idea inicial, especialmente yendo de la manita de la CW me decía que a eso había que echarle un vistazo simplemente de lo mala que iba a ser. Y sí, el inicio fue tirando a malo, pero al final a mí me acabó ganando. Y no ya como comedia involuntaria. La verdad es que al final se ha convertido en una cosa bastante decente. Ole por ella.


La que más esperabas cada semana
Aquí hay varias compartiendo puesto. Desde el parón he vivido cada semana mordiéndome las uñas, mirando el calendario y contando los días que quedaban para el episodio de Glee, pero algo parecido me ha pasado con Community y con United States of Tara.

La que ha perdido fuelle
Tristemente, The Office. Esta temporada para mí ha pasado sin pena ni gloria. No es que me aburrieran sus capítulos, pero me parecían tan poquita cosa (salvo un par de momentos bastante buenos. Claro que con tanto capítulo no sé yo si compensa) que me costaba verla como la misma serie con la que me he reído tanto otras veces.

La que te ha sorprendido gratamente
Nuevamente Community podría estar en esta lista, porque después de su inicio la verdad es que no esperaba gran cosa. Pero creo que el puesto se lo va a quedar Parenthood. Tenía curiosidad por esta serie, pero principalmente por la publicidad que le habían ido dando y por la presencia de Lauren Graham y Peter Krause. La trama la verdad es que tampoco me llamaba demasiado (suponía que para eso ya tenía todas las semanas a los Walker). Y al final he disfrutado como una enana de casi todos los capítulos. Me he ido enamorando de los personajes, me ha encantado cómo han tratado las tramas de los hijos (¿niños adolescentes no profundamente subnormales? Wow, eso es nuevo) y las de los padres con los hijos. Y me ha gustado mucho cómo retratan la relación entre los distintos hermanos. Aparte de que la veo una serie relativamente cercana. Y no sé si será esa mezcla de comedia con drama sin irnos a lugares surrealistas y extraños, sino quedándonos aquí cerquita. O si serán unos personajes bastante apañados todos y relativamente de andar por casa (en el sentido de que ninguno de ellos es tan bicho raro que sea imposible identificarte con él). Pues eso, que se gana este puesto.


La miniserie
Aquí diré que ns/nc. Esta temporada no he visto ninguna (que yo recuerde). Probablemente en verano le eche un vistazo a alguna, que es cuando suelo aprovechar.

La que todo el mundo adora y tú no lo comprendes
Por esto me he llevado más de una y de dos collejas virtuales, pero me resulta imposible pensar en otra que no sea Lost. Independientemente del final (que vi, al igual que me tragué la temporada entera, simplemente por el "ya que hemos llegado hasta aquí" y porque me cuesta más abandonar series que a los protagonistas de The Vampire Diaries tirarse un capítulo entero con la camiseta puesta), hace bastante tiempo que Lost me parece una serie normalita, a veces tirando a mala y muchas de ellas tirando por la borda los grandes aciertos que tuvo al principio. Que a lo mejor será mi terrible aversión a las islas "desiertas", no lo sé, o que, cuando aún servía la excusa de "no, es que están hilándolo todo cuidadosísimamente", prefería que una serie no se mantuviera solo a base de excusas. Y conste que la he acabado, y que el final, aparte de pelín largo, me pareció relativamente aceptable. Tampoco es que me esperara otra cosa :P.

La que tú amas y la gente ignora
Pues va a ser que United States of Tara, que ya me gustó la temporada pasada, pero que esta temporada ha mejorado un montón. Y que, aunque vaya asomando un poquito la cabeza, tiende a seguir siendo bastante invisible.


La que dejaste y ahora te arrepientes
Ninguna. No suelo dejar muchas series, ya que les doy varios millones de oportunidades a casi todas las que empiezo. Así que cuando dejo una, tengo mis razones y tampoco es que me haga falta replanteármelo. Esta temporada cayeron FlashForward, no hace falta que explique por qué, y Mercy, a la que le di unos cuantos episodios porque salía Michelle Trachtenberg. Y yo a cualquier serie en la que salga mi futura mujer le tengo que dar una oportunidad. Pero una cosa es darle una oportunidad y otra es aguantar demasiado. Que la serie era mala, leches xD.


La que debería haber terminado
Sin ninguna duda, Supernatural. Se podría haber ido este año a lo grande y entre aplausos, habiendo durado el tiempo justo y habiendo mantenido una línea argumental y un desarrollo en general más que decente. Era la temporada perfecta para acabar, y ese no-final a mí no acabó de convencerme.

La del maratón
Espera, que voy a por la lista... Pues así que recuerde, este año cayeron varias a modo maratón: las últimas temporadas de The L Word, Doctor Who, Torchwood y Gilmore Girls. No sé si incluir también a Freaks & Geeks, porque sus 18 capítulos son tan escasitos (y aun así tan grandes) que no sé ni si se pueden considerar maratón.

La que has echado de menos
La verdad es que ninguna en concreto. Esta temporada estoy en paz conmigo misma y, salvo momentos concretos y aislados en los que siempre me gustaría que tal o cual serie reapareciera (para dar unas cuantas clases a otras), la verdad es que no he tenido ningún momento de obsesión peligrosa por ninguna.

La cancelación que has maldecido
Pues Dollhouse. Hala, ya lo he dicho. Porque hubo un momento en que quise que la cancelasen, y después tuvo momentos que me enamoraron por completo. Y al final me dio mucha pena tener que decirle adiós.


La renovación cansina
Two And a Half Men, of course. Nunca he entendido esta serie, y si nunca entendí cómo leches pasó de una temporada, difícilmente voy a entender que parezca ser la cosa esa que se mantiene eternamente en antena.

Ese cliffhanger malo para tu manicura
El pseudo-cliffhanger de The Vampire Diaries. Porque, aparte de la cara de loca que me dejó, de esa tramposa genialidad... pues seh, me ha dejado mordiéndome las uñas.

Esa pareja que te ha hecho llorar
Pues en este caso, pareja formada por madre e hija: Ellen y Jo en Supernatural. Cualquiera que haya visto la temporada sabrá el momento y el porqué.

Esa otra que te ha hecho reir
Abed y Troy en Community. Habría tantos ejemplos que poner que todo lo que voy a hacer es recomendar por enésima vez echarle un vistazo a la serie.


La season premiere que te dejó los ojos como platos
El inicio de la segunda temporada de United States of Tara, porque no me esperaba ese pequeño (gran) cambio-mejora que le vino tan estupendísimamente bien para darle un tono un poco distinto y algo más de equilibrio.

La season finale que viste al borde del sofá
En este caso, el premio va para Dexter. También me pasó con esa season finale tan tramposa y tan genial al mismo tiempo que dio cierre a esta temporada de Grey's Anatomy. Y un poco a la de Brothers & Sisters.

Menciones especiales
A mi decepción de la temporada: Life Unexpected, que cogí con tantas ganas y se acabó convirtiendo en la cosa más cansina y repetitiva del planeta.
Y a una que fue todo lo contrario, pero que no sé dónde meterla: Misfits, que me encantó.
Más menciones... pues voy a hacer dos. La primera, al sexto episodio de la temporada de Grey's Anatomy, I saw what I saw, que me tuvo mordiéndome las uñas de principio a fin. Y la segunda, a una temporada de Desperate Housewives que, a pesar de que fue más de lo mismo, a mí me ganó un poco gracias a la presencia de Drea de Matteo y de John Barrowman. Curioso, por cierto, el final de la trama de este último. Como buena fan de Torchwood que soy, resulta, como mínimo, curioso (y en mi caso, añadámosle un par de carcajadas).

¡Saludos!