18 mar 2013

Crazy Town

Cuando la estrenaron, no tenía muchas esperanzas puestas en Banshee. La serie, que muchos tomaron equivocadamente como lo nuevo de Alan Ball (que es productor, nada más) tenía todos los ingredientes que habitualmente hacen que algo no me convenza. Golpes, golpes, más golpes y gente bruta haciendo el burro. Lo que está muy bien y es muy respetable, conste, simplemente digo que normalmente no es lo mío, y cualquiera que me conozca un poco lo sabrá.

Pero bueno, el caso es que, sin llamarme excesivamente, le di una oportunidad al piloto. Y, para mi propia sorpresa, no lo odié. De hecho, hasta me entretuvo bastante. Así que decidí seguir con ella, y episodio a episodio nos fue dando una locura y unos excesos cada vez mayores que en el episodio anterior. Y lo digo como algo totalmente positivo. Porque la gracia de Banshee está precisamente en sus excesos, en su manera de pasar olímpicamente de la línea de la lógica y vivir a base de saltar de WTF en WTF.
En mi caso, normalmente las escenas en las que la gente se dedica a pegarse golpes me interesan tan poco que me producen hasta sueño. Pero en cambio, no tengo ningún problema con las peleas imposibles de Banshee, que son tan excesivamente excesivas que me encantan y hacen de todo menos aburrirme. Simplemente hay algo genialmente divertido en ver cuántos muebles (o habitaciones, o edificios, que la cosa va escalando al ir avanzando la temporada) pueden destrozarse en una sola pelea.

Aparte, de todos modos y contra todo pronóstico, también los personajes de la serie me fueron ganando con el paso de los episodios. Sin alejarse demasiado de esa mezcla entre el estereotipo con patas y el exceso, episodio a episodio les he ido cogiendo cariño a todos en general. No solo a Hood y a Ana/Carrie, sino sobre todo a los distintos secundarios que hay por ahí dando vueltas por el pueblo. Empezando por ese dúo dinámico que son Sugar y Job (este último, y sus modelitos específicos para cada ocasión, incluida la de "vamos a organizarnos en una batalla a muerte contra los rusos chungos", es tan lo más que no tengo ni palabras) y acabando por Kai y ese tono tan incestuoso con el que presentan su relación con Rebecca. Y pasando por todos los que se os ocurran entre medio.

La season finale, además, creo que fue la mejor muestra de lo que es la serie. De sus excesos elevados al infinito. Y también de ese lado más "humano" (siempre todo muy matizado, que estamos hablando de esa fantasmada que es Banshee) de sus personajes grises casi negros. E incluso dejando hueco para llorar un poco por ellos (que igual es que yo soy muy sensiblona para estas cosas, pero la situación de Anastasia me dio algo de pena. Y tengo que decir que el pobre alcalde me dio pena infinita, pobre pardillo mío). Todo ello mientras de paso sentaban las bases de la segunda temporada, que por lo que parece va a girar en torno a todo el conflicto entre Kai y Longshadow.

Así, un poco haciendo balance, ¿es una serie imprescindible? Ni de coña. De hecho, ni siquiera diría que es objetivamente buena. Pero sí que hay que decir que al mismo tiempo es de las series más recomendables para pasar un rato entretenido. Porque es tan sumamente over the top que resulta imposible aburrirse con ella, y al fin y al cabo no intenta venderse como nada más que eso. Así que aquí me quedo, esperando con muchas ganas la segunda temporada. De una serie que en principio no esperaba absolutamente nada.

¡Saludos!

PD: Ayer por casualidades de la vida (o más bien como consecuencia de acabar enganchando a media familia a esto de las series) acabé volviéndome a ver Children of Earth, y ya van con esta tres veces. No solo me parece la mejor temporada de Torchwood (con diferencia, además), sino que de hecho la contaría entre las temporadas con las que más he disfrutado y más he sufrido y peor y mejor lo he pasado de todas las series que he visto, y son unas cuantas. Me encanta lo dura que es, lo oscura que es, y lo perturbadora que es. Sobre todo porque el verdadero enemigo que presenta no son ni mucho menos los bichos del cubo de cristal.
PD2: He decidido darle una oportunidad a Prisoners Wives y he de decir que el piloto me gustó mucho. Además de alguna cara conocida, me gustó mucho la manera de presentar a los personajes, y alguna de ellas tiene pinta de ir a gustarme mucho. Seguiré informando.

2 comentarios:

Liliana Fuchs dijo...

No habría podido explicarlo mejor, y es que Banshee ha sido exactamente la misma sorpresa para mí :). Excesiva hasta el mayor exceso posible, pero ahí radica su "gracia", y la verdad es que es muy entretenida. Una vez aceptas que te echen todo lo que se quieran sacar de la manga, se pasa un rato muy entretenido con ella. Fan de los modelitos de Job.

BabyCatFace dijo...

@Akane, es exactamente eso. Han sabido usar mejor que nadie el "cuanto más y más loco, mejor", y el resultado es que al menos a mí se me pasaban los episodios volando. Y los modelitos de Job son algo por demás. Porque además es eso, tiene uno distinto para cada ocasión.