28 jun 2010

Raggedy man, I remember you, and you are late for my wedding!

Con The Big Bang tocaba cerrar una nueva temporada y, sobre todo, el principio de una nueva etapa de Doctor Who. Un principio del que creo que ya puedo hacer balance, algo que me ha estado costando a lo largo de la temporada. Porque no sabía muy bien qué decir de la mitad de los capítulos; no he acabado descontenta, en general, con casi ninguno (alguno verdaderamente malo sí que ha habido, y no miro a ninguna introducción de daleks primos de los power rangers en concreto :P), pero al mismo tiempo ha habido algo que les faltaba.

Pero creo que este final de temporada me ha servido para ver ese algo que he echado en falta, a veces más y a veces menos, en casi todos los capítulos. Y creo que ese algo tiene que ver con el ritmo del capítulo, con el desarrollo, con el centro. En la mayor parte de los 13 episodios que han formado la temporada, el principio ha captado mi interés sin el más mínimo problema, y el final me ha convencido lo suficiente como para que, si en algún momento en el tiempo que hay entre el principio y el final me hubiera planteado dejarlo ahí, me dieran ganas de continuar. Ojo, que tampoco creo que todo lo demás haya sido horriblemente malo en todos los capítulos, para nada. Lo que pasa es que sí que creo que hay un desequilibrio importante entre el nudo y el planteamiento y el desenlace.

Además, creo que es algo que en mi caso puedo extender a toda la temporada, que al fin y al cabo ha sido como un capítulo largo, un momento más en la historia del Doctor: después de un inicio que me pareció estupendo, la cosa se relajó bastante, hasta llegar a un final que, sin entrar en si ha sido mejor o peor que los finales a los que nos tenía acostumbrados Davies (yo es que soy fan de esos finales a lo grande y por todo lo alto, si puede ser aderezados con dramatismo y sentimentalismo, gracias), porque creo que en este caso eso va a depender más de gustos que de otra cosa, me ha parecido bastante digno.


Supongo que, al ser esto un inicio, Moffat podrá encontrar ese "algo" que le falta de aquí en adelante, y darnos una nueva temporada aún mejor que esta, que vista en conjunto no me ha parecido mala.

Y es que por lo demás no tengo quejas. Salvo esa sensación de que a los capítulos les faltaba algo para ser redondos, he acabado bastante contenta esta temporada.

Tenía miedo, cómo no, del cambio de Doctor (y es que Tennant es mucho Tennant), pero yo creo que Matt Smith ha estado a la altura. Y, si bien ha sido un doctor diferente, tanto del de Tennant como del de Eccleston, no me ha parecido peor, y desde que me acostumbré a él (que ya sabemos que yo soy lenta y me tomo mi tiempo), la verdad es que le he acabado cogiendo cariño.


Los otros tres personajes (o dos y medio, que el pobre Rory creo que va a contar como medio) que han sido la base de la temporada también me han gustado mucho.
Me declaró fan incondicional de Amy Pond (y voy a empezar a tener tanta manía a los ultras de Rose como a las fangirls de Supernatural, que con eso de que ninguna otra companion les gusta, parece que la existencia de cualquiera de las otras es un atentado contra la humanidad. Y no es por quitarle méritos a nuestra poligonera favorita, que yo soy la primera que dice que Rose es muy grande, pero las otras no se quedan cortas. Y a mí Amy en concreto me gusta mucho) y me gusta su relación con Rory.
Precisamente esa relación es lo que ha evitado que Rory se convierta en un Mickey cualquiera (con uno tenemos bastante) y al final se me haya hecho un personaje muy simpático, independientemente de que a veces el actor me recuerde excesivamente a un ladrillo con vocación de actor.


Y luego tenemos a River, la grandísima River Song, que ha sido el cuarto pilar de esta temporada. Ese personaje tan rodeado de misterios, de spoilers, plantea muchas preguntas que, supongo, tocará responder más adelante.

Así pues, habrá que ver lo que nos espera en el futuro, aunque supongo que también la próxima temporada se asentará por completo en estos cuatro personajes, y se servirá de ellos para desarrollar una trama llena de puzzles y piezas sueltas que habrá que encajar poquito a poco.

¡Saludos!

5 comentarios:

Warren Keffer dijo...

Yo por contra odio los finales hipertrofiados con los que nos machacan. Son siempre demasiado exagerados e irrealistas, demasiado fantasiosos, y siempre se resuelven de forma que me recuerda demasiado al típico "lo hizo un mago". En este último por ejemplo, el Doctor suelta cuatro tontadas y todo arreglado.

La temporada bien sin más. Empezó muy fuerte pero luego se estabilizó en el nivel acostumbrado. Moffat no ha supuesto ni un cambio de estilo ni un salto de calidad notable, y esto no es ni bueno ni malo, porque seguimos viendo una serie muy entretenida y divertida aunque haya algunos episodios flojeras (muy cachondo lo de los Daleks-powerranges).

Yo estoy enamorado de Amy, pero, y esto creo que lo dije en Asshai, creo que se le debería haber sacado más partido.

Saludetes.

Unknown dijo...

Nuestros saleros favoritos hasta me acaban pareciendo entrañables y todo :P

River es simplemente genial. Cada vez que parece que vamos a saber algo más de ella, aún se vuelve más misteriosa.

BabyCatFace dijo...

Warren, yo es que ese "lo hizo un mago" (porque no es que lo parezca, es que yo creo que lo es) aquí sí lo veo relativamente justificado, porque tiene un poco que ver con el aire de cuento infantil que tiene que tener la serie.
Y yo sí que le he notado cierto cambio (no muy drástico, eso sí), en el estilo. Que a lo mejor es cosa mía, pero me ha dado la sensación de que toda la temporada gira mucho más en torno a los cuatro personajes que otras veces, en las que ellos formaban parte de la historia, y no al revés.
Pero sí, con lo muchísimo que adoro a Amy, sí que estoy de acuerdo en que no se le ha sacado todo el partido que se le podría haber sacado.

MacGuffin, yo al final también les acabé pillando la gracia, pero es que esa introducción de los daleks de colorines me mató.
Y River es un personaje enorme ;).

Warren Keffer dijo...

Pues mira, sobre los personajes, yo lo veo incluso al revés: me da la sensación de que se ha sacado poco de ellos. En todas las temporadas anteriores se centraban más en los personajes: su personalidades estaban más acentuadas y sus dilemas a la hora de solucionar los entuertos tenían mucho más peso en la serie (aquí casi no ha habido momentos así). No hay más echar un vistazo a cualquier capítulo con Donna, por ejemplo.

BabyCatFace dijo...

No lo sé, si puede ser, es simplemente la sensación general que me ha dado conforme veía la temporada, que las cosas ocurrían porque estaban los personajes en medio. Vamos, que ocurrían por ellos, en vez de estar ellos formando parte de la historia, no sé si me explico.

De todos modos, es más una sensación que me ha dado la manera de enfocar la trama de la temporada, que igual si lo vuelvo a ver no lo veo tan claro...