Los policías también se gradúan

A partir de aquí hay spoilers sobre la tercera temporada de Southland

Puede decirse que Southland es una de mis series improbables. De esas que no esperaba que me gustaran, y que sin embargo me acaban ganando por sus propios méritos. Porque, como ya comenté en verano, esperando nada de ella, las dos primeras temporadas me dieron mucho.

Pues bien, esta tercera temporada, esta vez de la mano de TNT, no ha sido una excepción, ni una decepción. Más bien al contrario. Si ya las otras dos temporadas me parecieron muy buenas, esta tercera me ha parecido absolutamente redonda. Redonda e intensa, intensa como ella sola.

En cuanto a intensidad, hay dos momentos en concreto que me dejaron con un nudo en la garganta, y que me parecieron simplemente impresionantes. Por un lado, la escena de Sammy en el hospital, tras la muerte de Nate. Por otro, Cooper gritando en medio del desierto cuando se le caen las pastillas.

Esos dos momentos son decisivos para ambos personajes (grandes personajes los dos, por cierto), y en general para toda la temporada. Claro que yo siempre me fijo más en la importancia que tienen para los personajes, que los personajes de una serie son siempre mi debilidad.

Si algo me encantó de las primeras dos temporadas, eso fueron los personajes que tiene. Puede que de primeras no parezcan tampoco nada del otro mundo, pero están tan bien dibujados y tan bien desarrollados, y dentro del propio universo de la serie tienen unas reacciones tan coherentes, que solo por ellos la serie ya sería grande. Precisamente mis dos personajes de esta temporada han sido los dos protagonistas de los momentos que comentaba antes, Cooper y Sammy (impresionantes tanto Michael Cudlitz como Shawn Hatosy, por cierto). Ambos han pasado la temporada entera a punto de tocar fondo (porque siempre parecía que ya habían tocado fondo, aunque luego siempre pudiera ir a peor) y han tenido los momentos más dramáticos y sobrecogedores de la temporada.

Pero también los demás personajes han tenido sus momentos. Por ejemplo, hemos visto a Ben madurar (y no sé si lo comenté la otra vez, pero es la impresión con la que me dejó en las otras temporadas y que mantengo; sorpresón con Ben McKenzie, que nunca me había parecido nada del otro mundo y la verdad es que en este papel está bastante bien), y le hemos visto plantarle cara a Cooper y hacerle ver que tiene un problema. Y no me olvido de Lydia, claro, que siempre ha sido una grande. Me gustó mucho cómo llevaron la "traición" de Russell a ella, con él vendiendo las fotos y poniendo el trabajo de ella en peligro. Se veía venir a la legua que había sido él, pero precisamente por eso no me chirrió, porque tenía sentido y era coherente con el personaje. Y, aparte, Lydia (junto con Josie) ha tenido alguno de los momentos cómicos (que alguno hay xD) que también han estado muy bien.

En definitiva, una temporada prácticamente perfecta. Y aún no se sabe si habrá o no cuarta temporada. Puesto que la tercera fue prácticamente un milagro, me he visto la temporada entera mentalizándome de que era la última, y lo cierto es que las tramas se quedan lo suficientemente cerradas para todos los personajes como para que funcione como series finale. Pero también quedan lo suficientemente abiertas como para poder tener una cuarta temporada bastante decente. En fin, que a cruzar los dedos. Porque si a mí me regalaran una cuarta temporada, me harían feliz.

¡Saludos!

PD: Menuda carrerilla he cogido con 30 Rock. En poco más de una semana me he colocado ya a tres capítulos de acabar la segunda temporada.

PD2: Ando con la tercera de Breaking Bad ya, así que agradezco sugerencias de drama con el que ponerme cuando acabe con ella.